El consorcio integrado por IMPSA, de Enrique Pescarmona, Corporación América (de Eduardo Eurnekián) y Camargo Correa (la dueña de Loma Negra, que se fue de AEA por presión del Gobierno) se preadjudicó las obras para la construcción de las represas hidroeléctricas Cóndor Cliff-La Barrancosa, en la provincia de Santa Cruz. Se trata de una inversión de $ 15.406 millones, la mayor de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
La obra, muy cuestionada por la oposicion, fue mutando su esquema de financiación. Al principio, iba a correr enteramente por cuenta de los privados, pero ahora será el Estado el que cargue con buena parte del costo, aunque todavía se desconoce con qué porcentaje. La última exigencia oficial era que el privado sólo se comprometiera a solventar un 30% del total.
El ministerio de Planificación informó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó la audiencia en la Casa de Gobierno, en la que se concretó esta preadjudicación.
Las represas de Cóndor Clift y La Barrancosa están en el río Santa Cruz, que está en el centro y sur de esa provincia patagónica. Legisladores de la Coalición Cívica sospechan que su construcción, que se realizará en 5 años, podría beneficiar a Lázaro Báez, un empresario del riñón ultrakirchnerista.
En febrero, también habían presentados ofertas Electroingeniería-IECSA-José Cartellone y Roggio-Esuco-Supercemento. Este último grupo sólo participó tras una fuerte presión oficial, después de que Clarín adelantara que sólo dos contendientes, ambos de buen diálogo con el Gobierno, eran de la partida.
Enrique Pescarmona tiene buena llegada a la administración Kirchner, que lo hizo partícipe de varios viajes al exterior. En igual situación está Eduardo Eurnekian. Por el lado de Camargo Correa, la brasileña aceptó separar a su filial Loma Negra de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), luego de que el ministerio de Planificación le sugiriera que la pertenencia a esa identidad (de la que también participa Grupo Clarín) no era bien vista por el Gobierno.
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