Una secuencia sin precedentes de eventos meteorológicos extremos. Así definió ayer la situación la Organización Meteorológica Mundial.
"Inundaciones en extensas zonas de Asia y partes de Europa central, mientras que otras regiones también se ven afectadas: por ola de calor y la sequía en la Federación de Rusia, deslizamientos de tierra en China y la sequía severa en el África subsahariana", enumeró el organismo.
Las temperaturas de enero a junio fueron las más altas en 150 años, desde que se llevan registros. En concreto, 17 países tuvieron los mayores registros de su historia durante este año.
Los especialistas hablan de la necesidad imperiosa de pronosticar mejor eventos extremos. Analizarán las posibilidades este mes y el próximo en conferencias auspiciadas por las Naciones Unidas y los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña. "No hay tiempo que perder``, expresó el climatólogo británico Peter Stott.
Indicó que los diseñadores de herramientas para pronosticar el clima quieren desarrollar supercomputadoras capaces de vincular mejor causa y efecto en un mundo que se calienta, en el que las corrientes de aire y otros fenómenos climatológicos sufren cambios que generan grandes trastornos en numerosos países.
Los científicos de la ONU vienen diciendo desde hace tiempo que un aumento en las temperaturas globales causará olas de calor más frecuentes e intensas, y lluvias más fuertes. En su informe más reciente, de 2007, dijeron que "ya se están observando esas tendencias``.
De todos modos, los climatólogos prefieren no responsabilizar al calentamiento global por las sequías e inundaciones, dado que hay muchos otros factores que pueden afectar el clima.
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