Desde el martes se comenzó la limpieza de los peces muertos que quedaron en la zona del murallón y en las márgenes del embalse y sacaron “alrededor de 4 toneladas”, más un total de 700 kilos en el día de ayer.
El lunes pasado estuvieron en el embalse representantes del área ambiental de la Provincia junto a autoridades de Tucumán, a fin de evaluar in situ el daño causado al lago.
Allí se combinó realizar una reunión de la Comisión Técnica del Comité de Cuenca Salí-Dulce, mañana, en donde en representación de la Provincia, el ingeniero Tévez planteará que se reúna el Comité Ejecutivo, conformado por los gobernadores de las provincias miembros, “para evaluar esta situación que es muy grave y dañosa para Santiago y que no sólo afecta a las personas por sus olores sino que está prácticamente en un proceso de exterminio de la fauna ictícola”. Paralelamente comentó que hicieron inspecciones con el defensor del Pueblo provincial, visitando afluentes y el embalse, con mediciones sobre oxígeno.
En este sentido, el funcionario provincial indicó que en los tributarios “la ausencia de oxígeno es total”, y en el embalse “en una gran extensión también hemos podido comprobar esta situación”.
Tévez consideró “evidente que los peces han muerto por falta de oxígeno, eso es al menos la conclusión a la que arriban todos los especialistas que han observado los peces muertos”.
Dijo, además, que los tributarios al embalse tienen un tiempo para hacer el transporte de efluentes, lo que depende de dónde se ubiquen los vuelcos y las características del río, su pendiente y la velocidad.
Sin embargo, dijo que para que no sea más grave están realizando tareas de control, para que no se extienda aguas abajo.
Enterrados para evitar infestación
Los especialistas que trabajan en la limpieza del lago de Las Termas informaron que ayer extrajeron unos 700 kilos más de pescados muertos, y fueron trasladados hasta la localidad La Luisa, ubicada a 25 kilómetros de Las Termas de Río Hondo, y con la ayuda de retroexcavadoras lograron cavar pozos de unos 3 metros de profundidad para el enterramiento.
Además se explicó que se toman medidas de remediación, retirando el pescado para preservar el poco oxígeno disuelto que pueda haber.
La estimación es que por metro 2 se encontraron entre 40 y 50 peces muertos, en la zona de las piedras del murallón, lo que se entiende es una cantidad apreciable
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