En una señal de que el pozo siniestrado de la BP habría quedado perfectamente taponado en el fondo del Golfo de México, las autoridades anunciaron el jueves que realizan pruebas para determinar si es necesario proseguir con las maniobras de sellado permanente.
El viernes se decidirá si los equipos especializados continúan la perforación de los pozos de alivio para "taponar el pozo desde abajo" mediante el bombeo de barro y cemento a fin de sellarlo para siempre.
Thad Allen, designado por el gobierno del presidente Barack Obama para supervisar las operaciones contra la fuga de crudo, dijo a la prensa que el taponado temporal tal vez tuvo el efecto circunstancial de un sellado definitivo.
Sin embargo, Allen advirtió que es muy posible que prosiga la perforación de los dos pozos de alivio, que son considerados como la única maniobra segura para evitar una nueva fuga de crudo en el pozo averiado. Allen es almirante retirado de la Guardia Costera.
La perforación de ambos pozos se ha demorado por el mal clima y será reanudada en cuatro días, si las pruebas muestran que es necesaria.
En junio, tras la colocación de un tapón temporal que detuvo la fuga de crudo en la parte superior del pozo averiado, los especialistas bombearon barro y cemento desde la superficie del mar en una maniobra llamada "taponado estático".
Tal vez parte del cemento descendió hasta el yacimiento, ascendió de nuevo y obstruyó el hueco entre el tubo interior y el encofrado en el pozo submarino, que es lo que los ingenieros pretendían hacer con el taponado desde abajo, dijo Allen.
"El taponado desde abajo pondrá fin a este pozo. Queda la pregunta de si esa acción se logró con el taponado estático", apuntó.
Las autoridades efectúan pruebas de los niveles de presión en el hueco entre el tubo interior y el tuvo exterior de protección, o encofrado. Un aumento en la presión significará que el taponado desde abajo será necesario, dijo Allen. Una presión constante quizá es indicativo de que el cemento ha tapado el hueco.
Mientras, algunos funcionarios locales temen que Washington esté retirando su atención de lo que sigue siendo una crisis gigantesca por la enorme fuga de crudo que comenzó tras explosión de la plataforma Deepwater Horizon el 20 de abril frente a la costa suroriental del estado de Luisiana.
Allen espera poder dejar su puesto en un par de meses siempre que no haya riesgo de que el pozo de BP vuelva a derramar petróleo. De todos modos aclaró que toda decisión sobre su permanencia o retiro depende de las condiciones.
"Esta va a ser una situación a largo plazo", dijo John Young, concejal de Jefferson. "Creo que es demasiado prematuro como para que el gobierno federal asuma la actitud de 'misión cumplida'".
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