Después de haber discutido durante semanas acerca de si otorgar a no los diez millones de pesos que la intervención de Obras Sanitarias Mendoza necesitaba para funcionar hasta octubre y, de haber decidido no facilitar ese dinero, ahora, los legisladores tendrán que debatir la forma de sostener económicamente la empresa de Agua y Saneamiento Mendoza (AYSAM). Rolando Baldasso, quien se hará cargo de la empresa una vez que comience a funcionar en octubre, adelantó ayer ante la comisión bicameral de Obras y Servicios Públicos que serán necesarios, “por lo menos”, 50 millones de pesos para gastos operativos y corrientes.
TRES INSTANCIAS. Baldasso explicó que este dinero será para sacar adelante la empresa, desde el momento en que se ponga en marcha hasta que ingrese el dinero de la facturación. Hay que aclarar que, entre la emisión de la factura, y el momento en el que el usuario abona, transcurren unos 60 días. Este impass de recaudación es lo que se tendrá que subsidiar. Según Baldasso, se precisa financiación para tres instancias de la empresa. En primer lugar, para subsanar la pérdida de la facturación mencionada con anterioridad, ya que las facturas que se paguen a nombre de Obras Sanitarias Mendoza, formarán parte del último balance de la empresa intervenida. Se trata de cerca de 25 millones de pesos.
Estos se invierten en gastos corrientes y operativos, como pago de sueldos, mantenimiento del servicio y pago de seguros. Además, se necesitarán 15 millones para el mantenimiento preventivo de obras, es decir, para invertir en los servicios más deteriorados. Los 50 millones antes mencionados no incluyen el financiamiento de obras de mayor envergadura, que son necesarias para brindar los servicios mínimos. Como ejemplos, Baldasso mencionó la construcción de una planta depuradora en la Villa Tulumaya (Lavalle) y la modificación de las plantas de San Rafael y de Benegas, que necesitan refacciones urgentes.
SUBSIDIO O AUMENTO. Sin embargo, el dinero que se recauda por el pago de servicios no será suficiente para la operación técnica y para levantar las obras que se necesitan con urgencia. Dos son los caminos a seguir para conseguir el dinero. En primer lugar, el aumento de la tarifa, que, según el secretario Legal y Técnico, Fernando Simón, y el titular del EPAS, Javier Montoro, se está estudiando para los próximos meses. Si bien ellos no esbozaron un porcentaje, el diputado Roberto Blanco (UP) vaticinó que este puede ser de entre 30 y 40 por ciento. Además, el Estado deberá subsidiar a AYSAM para levantar las obras que no se hicieron durante los años de gestión privada, aunque todavía no se ha determinado cuál será la cifra. De todas maneras, el debate sobre la composición de la nueva empresa de agua de Mendoza se extenderá en los próximos dos meses. La semana entrante es el turno de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Legislatura, en la que los funcionarios del Ejecutivo intentarán llevar depurados los montos que la empresa precisa para comenzar a operar.
EMPLEADOS. Otro de los debates que se generaron durante la reunión bicameral de Obras Públicas fue acerca de cuántos empleados tendrá que contratar AYSAM. Esto es porque en el artículo 4 del decreto de creación de la empresa se especifica que no se contratará nuevo personal, sin embargo, los funcionarios del Ejecutivo aclararon que con el que OSM tiene en este momento no se podrá dar cumplimiento al plan de obras previsto para lo que queda del 2010 y el 2011. Según Baldasso, se hará un recálculo y se pedirá autorización legislativa para realizar contrataciones puntuales.
Una reunión con pocos legisladores
No es extraño que cuando se vota un proyecto enviado por el Ejecutivo de cierta complejidad, como la constitución de la nueva empresa de Agua y Saneamiento Mendoza (AYSAM), los legisladores piden que se les dé tiempo suficiente para discutir el proyecto, y la presencia de funcionarios del Ejecutivo, que puedan responder a las dudas que se presenten. Sin embargo, la participación de ayer, en la primera reunión por esta problemática, tuvo realmente poca convocatoria: un promedio de cinco legisladores, entre diputados y senadores. Hubo más asesores que parlamentarios durante el encuentro.
Foto: Archivo Programa Infoagua |
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