Técnicos del gobierno provincial y representantes de FIASA decidieron dos potenciales lugares para el asentamiento en La Pampa de la planta de cloro-soda que tanta polémica generara en la comunidad achense, a tal punto que las prevenciones sobre eventuales daños ecológicos, concretamente en el acuífero del Valle Argentino, hicieron que se desechara su instalación.
Desde el Ministerio de la Producción se informó que de la cantidad de sitios analizados, quedaron dos que reúnen las condiciones requeridas por el emprendimiento industrial: agua, sal y electricidad.
El prioritario, es el que se encuentra equidistante entre las localidades de Macachín y Rolón, que cuenta con un buen acuífero. El otro, se ubica entre Macachín y Miguel Riglos, donde también hay buena cantidad y calidad de agua.
En el término de 15 días, la comisión gubernativa encargada del tema definirá el asentamiento de la planta. Mientras tanto, los empresarios iniciaron contactos con las cooperativas eléctricas de Macachín y Rolón para conocer el costo de la energía y la capacidad de las entidades para dotar a la industria de un mínimo de 6 megavatios anuales, con un incremento al doble en los años siguientes.
"Definido el lugar, se iniciarán los estudios de impacto ambiental y luego se vera la ubicación exacta de las instalaciones que, obviamente, deberán estar próximas a la línea de alta tensión", expresó el ministro de Producción, Abelardo Ferrán.
La planta de cloro-sodio contará con el apoyo de la Provincia a través de un crédito de promoción industrial del orden de los 35 millones de pesos y las autoridades pampeanas vienen bregando desde hace más de un año para que se concrete tal asentamiento.
Inicialmente previsto en General Acha, la falta de información científica sobre los efectos ambientales que podría llegar a generar este tipo de industria química, llevó a que gran parte de la comunidad local se manifestara en contra de su instalación.
Hace un mes, las autoridades provinciales y de FIASA, encabezadas por su titular Alfonso Silva, dieron a conocer los trabajos realizados por especialistas de universidades nacionales que desecharon la probabilidad de consecuencias nocivas para el medio ambiente.
Sobre este costado polémico del emprendimiento hizo hincapié el ministro Ferrán, quien acusó al concejal achense Alejandro Odasso "que junto con un diputado provincial de su partido (Unión Cívica Radical) anda por los pueblos (cuyas autoridades ven con buenos ojos el establecimiento de la planta) intentando persuadirlos de que es una industria inconveniente".
"Andan recorriendo las instituciones haciendo campaña en contra de FIASA sin ningún tipo de fundamentos", agregó el ministro.
"Esto resulta contradictorio, porque desde la Unión Cívica Radical se pregona mucho lo de la necesidad del desarrollo productivo de la provincia, pero se oponen sistemáticamente a las radicaciones tanto de FIASA como de Bonano (constructora de acoplados) o del call center en General Pico".
Ferrán interpretó que este comportamiento de algunos dirigentes del principal partido opositor "es una actitud egoísta y electoralista", que conspira con la política del gobernador Oscar Mario Jorge de buscar un mayor perfil industrial para La Pampa.
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