Cómo preservar los glaciares de la devastación ambiental que genera la moderna megaminería química a cielo abierto es uno de los temas más relevantes que debe tratar el Congreso. Pero no solamente los glaciares deben ser preservados, sino también los acuíferos y las napas freáticas. Sin embargo, el Parlamento va muy por detrás de los hechos, aunque el jueves aprobó la ley en favor de los glaciares, promovida por, entre otros, los diputados Pino Solanas y Miguel Bonasso. Sectores ambientalistas y asambleas ciudadanas de distintos lugares del país cuestionan la falta de estudios serios de impacto ambiental y la ausencia de un control real. También hay serias dudas de que la megaminería ten ga el impacto económico que aseguran las fuentes inversoras, ya que la ganancia es en su mayor proporción exportada. Atemperando las embestidas continuas por parte de ambientalistas, las empresas señalan que la minería es la única actividad que cuenta con una legislación especial respecto a protección ambiental, la Ley 24.585, y que al cotizar en Bolsa se encuentran sometidas a severos controles de los países de origen. Con relación a la utilización de cianuro, recuerdan que es un insumo de la industria dei plástico y nadie se atrevería a pedir el cierre de estas fábricas radicadas en el Gran Buenos Aires. Con respecto a este punto, el Parlamento europeo está en vías de prohibir por completo el uso de tecnologías mineras a base de cianuro en toda la Unión Europea para 2011. Otro cuestionamiento importante es la abundante cantidad de agua que necesita la minería, máxime tratándose de zonas áridas. Minera Alumbrera utiliza más de 100 millones de litros por día, lo que sumado a emprendimientos como Veladero, Agua Ri ca y Cerro Vanguardia consume alrededor de 250 millones de litros por día, lo que equivale al consumo domiciliario en 24 horas de una ciudad de un millón de personas, además de contaminar con su desagote los cursos hídricos de las poblaciones cercanas.
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