Un avión cargado con 100 toneladas de suministros de emergencia de UNICEF aterrizó esta madrugada en Karachi, una ciudad portuaria de la región meridional del Pakistán, que continúa sufriendo el peor desastre natural del que se tenga memoria en el país. El cargamento consiste en botiquines sanitarios y obstétricos, alimentos y suministros nutricionales y lonas para las familias de todo el país que sufren desde hace semanas los efectos de las lluvias monzónicas y las inundaciones.
Una parte de esos suministros será enviada a la provincia de Sindh, en la zona meridional del Pakistán, una de las regiones que ha sufrido los efectos más graves del desastre natural, y el resto se enviará a otras partes del país. En todos los casos, se dará prioridad a los niños, niñas y mujeres en situación desesperada.
"Estos elementos han sido enviados desde el almacén central de UNICEF en Copenhague, Dinamarca, y se emplearán en las labores de socorro que se llevan a cabo en las zonas afectadas por las inundaciones", explicó Andro Shilakadze, que dirige la oficina en el terreno de UNICEF en Sindh.
"Éste es el primer envío importante de suministros de emergencia y esperamos que en los próximos días lleguen más", agregó Shilakadze. "Debido a que la inundación arrastró los suministros que habíamos acumulado de manera preventiva en nuestro almacén principal, necesitábamos con carácter urgente el cargamento que recibimos hoy".
Ayuda del Afganistán
Con la colaboración de UNICEF, el Gobierno del vecino Afganistán también envió suministros de ayuda a los habitantes del Pakistán damnificados por las inundaciones. Desde territorio afgano se despacharon unas 40 toneladas de suministros de UNICEF, entre los que figuraron galletas de alto contenido energético y sales de rehidratación oral, que se emplean para tratar la deshidratación diarreica. Esa ayuda será distribuida en las comunidades afectadas de todo el Pakistán.
Peter Crowley, Representante de UNICEF en el Afganistán, indicó que la ayuda prestada al Pakistán no disminuye en nada la capacidad del organismo de las Naciones Unidas de dar respuesta a cualquier situación de emergencia que se pueda suscitar en territorio afgano.
"Nos hemos asegurado plenamente de que contamos con suficientes suministros para satisfacer cualquier necesidad potencial en el Afganistán", señaló Crowley. "Tenemos materiales suficientes, y en las próximas semanas recibiremos más. Confiamos plenamente en poder ofrecer ayuda a nuestros colegas en el Pakistán y también dar respuesta a cualquier necesidad que podamos tener en este país".
Necesidad urgente de suministros
Según cálculos de UNICEF, las inundaciones en el Pakistán han afectado a unos 6 millones de niños y niñas, de los cuales 2,7 millones requieren ayuda inmediata que salvará muchas vidas.
Los cálculos de las Naciones Unidas, entretanto, indican que unos 14 millones de personas sufren las consecuencias del desastre natural. Cientos de miles de ellas ya han recibido ayuda humanitaria, aunque varios millones de damnificados necesitan con carácter urgente albergue, alimentos, agua y atención de la salud. Además, el número de personas damnificadas podría aumentar aún más en los próximos días.
En el marco de la respuesta interinstitucional a la crisis, en la que participan el Gobierno del Pakistán, los organismos de las Naciones Unidas y diversas organizaciones no gubernamentales, UNICEF encabeza las labores de suministro de agua y saneamiento y nutrición, esferas de la ayuda humanitaria de importancia fundamental en situaciones como la actual. UNICEF también colabora con sus aliados en la prestación de servicios de educación y protección de la infancia.
Protección y apoyo
A menos que los habitantes de las regiones inundadas reciban en breve ayuda humanitaria en materia de agua potable, atención de la salud e higiene, se A menos que los habitantes de las regiones inundadas reciban en breve ayuda humanitaria en materia de agua potable, atención de la salud e higiene, se podría producir un nuevo aumento de la mortalidad debida a las enfermedades transmitidas por el agua. Asimismo, existe el peligro de que si esos habitantes no reciben ayuda alimentaria adecuada estalle una grave crisis nutricional.
A largo plazo, será necesario ayudar a que las comunidades agrícolas recuperen sus medios de subsistencia, ya que en muchas zonas la crecida de las aguas no sólo destruyó los sembrados sino que arruinó también los campos de labranza.
Los niños, niñas y mujeres constituyen casi un 60% de la población pakistaní afectada por el desastre natural. También constituyen el sector de la población más vulnerable al abuso y la explotación en las situaciones de crisis, de manera que es necesario brindarles protección y apoyo psicosocial. Los niños alojados en los campamentos de desplazados necesitan urgentemente espacios acogedores y servicios de educación de emergencia, mientras que los niños huérfanos o separados de sus familias requieren albergue, protección y otros servicios.
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