Se llama Genésio Darci Boff, pero el mundo lo conoce como Leonardo Boff, por haber adoptado ese nombre al ingresar en 1959 a la orden de los Franciscanos. Es el padre de la Teología de la Liberación, una corriente del catolicismo nacida en Brasil, que se expandió por América Latina y que se ocupó de los pobres y los humildes, y que en la argentina tuvo como mayores exponentes a monseñor Jaime De Nevares, a monseñor Angelelli y al sacerdote Carlos Mujica, quienes fueron asesinados por orden de la última dictadura militar. En 1970 se doctoró en Teología y Filosofía en la Universidad de Munich–Alemania. Durante 22 años fue profesor del Teología Sistemática y Ecuménica en el Instituto Teológico Franciscano de Petropolis (Brasil), profesor de Teología y Espiritualidad en varios centros de estudios y universidades de Brasil y del exterior, entre las cuales figuran la de Lisboa (Portugal), de Salamanca (España), Harvard (EEUU), Basilea (Suiza) y Heidelberg (Alemania). Es amigo de Inacio “Lula” Da Silva, el presidente de Brasil, de Evo Morales de Bolivia, de Rafael Correa de Ecuador y de Hugo Chávez de Venezuela.
En 1984, en razón de sus tesis ligadas a la Teología de la Liberación expuestas en su libro “Iglesia: Carisma y Poder”, fue sometido a un proceso por parte de la Sagrada Congregación para la Defensa de la Fe. En 1985 fue condenado a un año de “silencio” y depuesto de todas sus funciones editoriales y académicas en el campo religioso.
En 1992, estuvo a punto de ser silenciado por Roma, para evitar que participara en el Eco–92 de Río de Janeiro, lo que finalmente le motivó a dejar la orden franciscana y el ministerio presbiteral.
Es autor de más de 60 libros en las áreas de Teología, Espiritualidad, Filosofía, Antropología y Mística. La mayor parte de su obra ha sido traducida a los principales idiomas. Y desde los 90, volcó su potencial a la defensa del medio ambiente como un derecho universal de la humanidad.
La semana pasada estuvo en Córdoba y en Rosario. En la primera se reunió con el grupo que milita en Tiempo Latinoamericano y que sigue el trabajo de Monseñor Angelelli. En la segunda recibió el título de doctor Honoris Causa, de la Universidad Nacional de Rosario, quien ha creado la Cátedra Libre del Agua.
Leonardo Boff tiene hoy 71 años, y desde hace unos días está de visita en Ushuaia, y ayer accedió a una entrevista exclusiva con EDFM. Y aunque no lo tenía previsto, mañana dará una conferencia de prensa a las 6 de la tarde en el Salón de Conferencia del Ushuaia Shopping de San Martín y 9 de Julio, donde disertará sobre “El Derecho al agua: ética y ecología”.
Mira el bosque dormido de lengas sin hojas y las montañas moteadas de blanco del invierno fueguino y mientras comparte unos mates se mete solo en el tema. “Tal vez, más importante que el calentamiento global, sea la escasez de agua”, pronostica. Sobre la que dice que la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura), no la admitía como alimento, pero que después de mucho insistir fue incorporada a la agenda y al final incluyeron al agua como alimento, desde el pasado 21 de julio.
EDFM: ¿Es posible defender el derecho al agua dentro de este sistema capitalista?
Leonardo Boff: No, no. Pero tenemos una declaración de la más alta instancia política, que es un arma. Dentro del sistema capitalista no prospera. Ellos seguirán utilizando el agua, porque en el eje de su política no está la ética. Yo tengo una opinión bastante pesimista, porque creo que el capitalismo es suicida e irá hasta la última consecuencia y dejarán la tierra desbastada y cubierta de cadáveres.
EDFM: ¿Latinoamérica tiene alguna diferencia sustantiva respecto a Europa o los Estados Unidos?
L.B.: Muchos veces digo, que por ahí la solución ecológica pase por América Latina. Porque aquí tenemos las más grandes selvas húmedas que equilibran los climas, es el continente de las aguas, de los grandes ríos. Ahora han descubierto debajo de Amazonas, un acuífero más grande que el acuífero Guaraní. Existe también la mayor diversidad del mundo. En el tamaño de un campo de fútbol de la amazona, encontramos la diversidad que en toda Europa. Existe la biomasa para todas las energías alternativas. Entonces por aquí pasa el equilibrio del sistema tierra. Creo que tenemos una posición estratégica. Mi temor es que, como nunca hubo una potencia en los trópicos, que los grandes no nos permitan decidir, que nos ocupen por el petróleo, el agua, los bosques. No por nada la quinta escuadra de (guerra) de los EE.UU. anda por la costa del Atlántico (Sur). (Barak) Obama es como dice Fidel: “un emperador negro”. Donde los intereses americanos (EE.UU.) están en riesgos ellos van a intervenir.
EDFM: Sé que están proponiendo la creación de una Corte Internacional de Medio Ambiente. ¿Cómo podría tener peso una estructura jurídica de este tipo, teniendo en cuenta lo que sucede con la ONU, que se ha transformado en un organismo declamativo y sin peso real?
L.B.: El que está elaborando esto es Ricardo Petrella, una persona muy seria y conocido mío. Fue jefe de la comunidad científica de la comunidad europea. Él está luchando desde hace varios años por hacer un pacto social mundial alrededor del agua. Y está conquistando más y más adhesiones de países para esto. Y la segunda, crear el gobierno mundial del agua. Que haya una gestión colectiva, porque hay ocho países donde se encuentra el 80% del agua del mundo, que son Canadá, Brasil, Estados Unidos, Argentina… y los demás con mucha necesidad de agua. Y los países industrializados consumen el 86% del agua. Entonces hay una apropiación tremenda de eso. Y en la medida que se hace cada vez más escasa, más problemas mundiales hay. Él tiene una idea loca, pero la está implementando. Tiene 127 países que lo apoyan, de crear una nueva ONU. Entonces hicimos los textos de base, primero declarando a la tierra como bien común de la humanidad, él, yo y Francois Houtart hicimos los textos. Él redactó con muchos juristas, un Tribunal Mundial de los crímenes contra la Tierra, y está intentando conquistar personas, políticos para lanzar esto, con una campaña tremenda de los EE.UU., Gran Bretaña y Francia contra él.
EDFM: El contexto político de Latinoamérica ha cambiado sustantivamente como para que eso que usted veía con pesimismo, tal vez no lo sea tanto.
L.B.: Yo veo lo siguiente. Hemos tenido democracias burguesas de todos los tipos, dictaduras militares, y ahora; democracias que vienen de los movimientos sociales, que se han formado en los últimos 30 ó 40 años y prácticamente todos los presidentes vienen desde abajo, articulados por esos movimientos. Eso ha dado un carácter nuevo a nuestras democracias, que es participativa, por lo menos en Brasil. Ya no hay grandes proyectos que no se discutan con las bases, con los movimientos sin tierra, con indígenas, con la iglesia, con la organización de abogados; sino, no va al parlamento. Y lo principal, es que han hecho política republicana, social, masiva, que antes no había. Entonces casi todos los países están trabajando por el hambre cero, inversiones importantes en la estructura familiar, en salud, en educación. Entonces eso me parece nuevo. Y la burguesía está furiosa porque se ha dado cuenta de que perdió poder y es difícil alcanzar y recuperar poder por más que intenten.
EDFM: Ése un hecho casi exclusivo de América Latina.
Mira. Boaventura de Souza Santos es portugués, y uno de los grandes teólogos de la globalización, es profesor en Coimbra, tiene muchos libros y es uno de los fundadores de Foro Social Mundial y después que murió (Norberto) Bobbio es el teólogo más importante. Y él dice que el único lugar del mundo, donde se está progresando en la democracia, es en América Latina. Y da un ejemplo, que las nuestras son democracias comunitarias típicas de los indígenas, donde la economía no es el eje central sino la convivencia, donde se distingue un pacto con la Pachamama. Y considera a América Latina a un lugar donde existen las democracias más creativas, que se nutren de las bases. Entonces el eje es, qué articulación orgánica mantienen los gobiernos con sus bases, y no solamente con las bases parlamentarias porque ahí hay una corrupción tremenda.
EDFM: ¿Lo escuchan los políticos latinoamericanos? ¿O sólo lo escuchan y después hacen lo que les conviene?
L.B.: Lula dice, que cada 4 años el pueblo tenía el derecho de elegir su dictador. Y una vez electo hacen lo que quieren. Pero Lula es diferente, él quiere cambiar. Yo creo que ahora es diferente. Por donde voy no hay presidente que no quiera hablarme y el más loco de todos es Hugo Chávez… “teología de la liberación, Jesús ha resucitado, victoria”; me dice, y empieza a gritar como un loco. Correa me escucha, él entiende de la Teoría de la Liberación, estudió con Francois Hutart y con Lula somos amigos de más de 30 años, más allá de la política. Al principio, casi la mitad de sus ministros formaron parte de la Teología de la Liberación, de los grupos de Paz, amigos nuestros. Yo creo que ese pensamiento liberador no quedó monopolizado por las iglesias, creo que es parte de una cultura de liberación, que ha dado sentimiento de soberanía, de autoestima. No hay que someterse a los EE.UU., tenemos que hacer una política nuestra, hacia adentro, no de exportación, de abajo hacia arriba y de adentro hacia afuera. Y eso está resultando, y aunque incipiente creo que está bastante consolidado. Ya sea Lula, Lugo, Evo, Chávez o Correa, creo que se ha constituido un camino que deja atrás una dominación de 500 años. Y de repente cambia y ahí los movimientos están atentos y no dejan que la burguesía avance. Yo tengo esperanza en la nueva política de Latinoamérica. |
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