La excesiva contaminación del embalse de Río Hondo, que está provocando una alarmante mortandad de peces y de vacas, es un tema que está preocupando a los niños y niñas santiagueños, al punto que a muchos de ellos les embarga sentimientos de tristeza por esta situación que, todavía, no fue controlada.
Ayer, EL LIBERAL recorrió varios establecimientos educativos de la capital con la intención de pulsar la opinión de los alumnos, tanto de escuelas públicas como de colegios privados.
En términos generales, los alumnos, desde los pequeños de los jardines de infantes hasta chicos y chicas de quinto y sexto grados, demostraron un cabal conocimiento de lo que está pasando en el lago termense, así como que los causantes de la contaminación son las industrias tucumanas que vuelcan sus desechos tóxicos en la cuenca del Salí-Dulce.
Los chiquitos de la sala de 5 años del jardín de infantes David Mc Taggart, un establecimiento de Nivel Inicial con orientación ecologista ubicado en Viamonte primera cuadra, fueron, quizás, los más sinceros al momento de responder a la requisitoria de este diario.
Previamente, la directora, Karina Benavídez, declaró que “los chicos saben que el hombre perjudica al planeta y están aprendiendo cómo cuidarlo”.
Comentó que en la institución, “cada proyecto que tomamos hacemos hincapié en el cuidado de la naturaleza y del medio ambiente, de qué manera nosotros podemos ayudar al planeta para que se sane”.
Afirmó que en el caso del embalse de Las Termas “les enseñamos a los chicos lo que está pasando con la contaminación, que es perjudicial para nuestra provincia y para la región, y les recalcamos que si está pasando aquí puede pasar en cualquier parte del planeta y, por lo tanto, se produce una crisis ecológica”.
Asimismo, manifestó que los chicos son informados con imágenes “porque queremos que distingan cuando el planeta está enfermo”; mientras que la docente Victoria Paladea indicó: “Les pedimos que traigan información de la casa para que los padres se ocupen y preocupen por el tema de la contaminación, queremos que los padres se integren y enseñen en sus hogares, por lo que organizamos campañas motivadoras con la participación de ellos y de los docentes”.
Los chicos opinan
Cuando EL LIBERAL les pidió a los chiquitos sus opiniones, fue Esteban Ríos, de 5 años, quien dio una lección de civismo al expresar que “las personas tiran basura, los peces se contaminan y no pueden vivir en el agua, y los que van a pescar ven que no están vivos y no los pueden comer, y la gente se enferma y los doctores dicen que es porque el agua está contaminada”.
A su turno, la pequeña Valentina García reclamó “cuidar a los animales, salvar a los pescaditos y no tirar basura al agua”, mientras que Lucel Robles consideró que “son importantes los pececitos porque dan alimento a las personas”, y Julia Ramírez agregó: “Si los peces aparecen muertos, el agua queda sucia y no se puede beber”.
Al requerírseles cuáles son los consejos que darían a los adultos, los chicos del jardín Mc Taggart fueron muy explícitos: “Que protejan a nuestro río para que los peces no se mueran”, “no tiren basura al río”, “se enferma la naturaleza cuando mueren los peces”.
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