Daniel Toole, Director Regional de UNICEF para Asia meridional, realizó esta semana una visita a la provincia paquistaní de Khyber-Pakhtunkhwa con el propósito de evaluar la devastación causada por las intensas inundaciones recientes.
Toole también evaluó el apoyo que presta la organización a centenares de miles de niños, niñas y mujeres en una de las provincias del Pakistán más afectadas por el desastre natural.
Una crisis descomunal
"La situación de emergencia que se vive en el Pakistán tiene carácter descomunal, pero la comunidad internacional aún no ha comprendido la magnitud y dimensión del desastre", afirmó Toole durante su visita. "Necesitamos apoyo, mucho apoyo, y con carácter urgente. Hay millones de personas desplazadas que necesitan apoyo para poder regresar a sus hogares y para proteger su salud".
Toole añadió que el gobierno de la provincia, en colaboración con los organismos de las Naciones Unidas, realiza enormes esfuerzos para salvar las vidas de los más vulnerables, entre ellos los niños y niñas de Khyber-Pakhtunkhwa. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad urgente de prestar ayuda a los damnificados que han quedado aislados o que se encuentran en localidades apartadas.
UNICEF es una de las varias organizaciones que han prestado servicios de socorro en Khyber-Pakhtunkhwa desde el comienzo de las inundaciones, a fines de julio. Según datos suministrados por el Gobierno del Pakistán, el desastre natural ha provocado por lo menos 1.600 muertes, además de afectar de diversas maneras a casi 20 millones de personas en todo el país.
Llamamiento urgente
Los equipos de UNICEF han distribuido diariamente agua potable, suministros médicos esenciales, suplementos de nutrición y conjuntos de materiales y elementos de higiene para las familias a más de un millón de personas. Además de ello, UNICEF brinda apoyo al trabajo de los equipos médicos móviles, las campañas de vacunación y las actividades de saneamiento en las zonas afectadas por las inundaciones.
Millones de paquistaníes sufren los efectos de la violenta crecida del nivel de las aguas en gran parte del territorio nacional.
Todos esos esfuerzos, sin embargo, sólo alcanzan para paliar una pequeña parte de las consecuencias de la inmensa tragedia.
"UNICEF necesita el apoyo de otros", manifestó Toole, que convocó a los donantes a que colaboren con las labores de socorro. El funcionario añadió que pese a que UNICEF ha asignado 7 millones de dólares provenientes de sus fondos internos para financiar el suministro de agua potable a los damnificados que han buscado refugio en los campamentos de desplazados, se necesitan más fondos de manera urgente.
"Estamos ante una situación de emergencia en la que el número de damnificados quizá llegue a los 20 millones" explicó Toole. "Hace mucho tiempo que no hacemos frente a una crisis de tal magnitud. Para poder dar respuesta a la misma y brindar servicios de atención de la salud y nutrición, necesitamos recursos en una escala de similar magnitud".
Las Naciones Unidas han hecho un llamamiento por 47 millones de dólares que se destinarán a satisfacer las necesidades urgentes e inmediatas durante los próximos tres meses. Hasta la fecha, sin embargo, la organización internacional sólo ha recibido promesas de contribuciones que cubren apenas una parte de esos fondos.
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