Seis meses después del temporal que arrancó una fracción del basural municipal de esta ciudad y que desperdigó desperdicios entre tres y cinco kilómetros aguas abajo del río Jesús María, la tarea de limpiar la zona contaminada sigue siendo muy lenta.
Un ejemplo se ve en la Estancia San Javier, en cuyos campos de uso agrícola se desparramó basura arrastrada por el río, sobre más de 50 hectáreas.
A fines de marzo, el municipio encaró trabajos de limpieza, que abandonó al poco tiempo. Días atrás retomó la tarea pero sin fijarse plazos.
Desde el municipio se aclaró que no intervendrán sobre las riberas del río porque hubo un compromiso de Recursos Hídricos de la Provincia para extraer arena que se acumula en forma excesiva en ese sector y que eleva el cauce del río al mismo nivel de los campos linderos.
Aseguran que si no se extrae arena de allí, cualquier crecida insignificante seguirá inundando esos y otros campos.
"Desde Recursos Hídricos de Córdoba dijeron que hay un presupuesto de 500 mil pesos para el arreglo de ese tramo del río, que se le pagó a la empresa, pero las máquinas nunca vinieron y de esto hace tres meses", señaló el director de Saneamiento del municipio, Luis Picat.

Atajar el derrumbe. Según el funcionario, están estudiando con especialistas la posibilidad de instalar membranas rellenas con arena para generar barreras de contención que colocarían sobre la margen del río donde hubo desprendimientos en enero pasado para evitar que ocurra de nuevo.
Unos de los principales temores es que lleguen las lluvias en primavera o que se produzca un nuevo temporal de verano sin que se haya avanzado en los trabajos de limpieza, extracción y protección de la zona ribereña comprometida, que abarca varios kilómetros.