Colocan un litro de agua de la canilla en un botella o recipiente transparente, con seis gotitas de hierro y tres de limón, un clavo o alambre y la exponen al sol de cuatro a seis horas. Luego, con algodón o tela de paño, filtran el líquido de un recipiente a otro. Es un método sencillo para reducir el arsénico en el agua que utilizan docentes y alumnos de la Escuela Hogar 4661 Carlos Guido Spano, en San Antonio de los Cobres. Nació como un proyecto educativo pero, sin dudas, trasciende las aulas.
La fórmula de purificación del agua que este año presentaron en la Feria de Ciencia y Tecnología los alumnos de séptimo grado en realidad no es novedosa, pero sí manifiesta, una vez más, la preocupación de los pobladores puneños por la contaminación con arsénico de un elemento esencial para mantener la vida.
“El agua que consumimos en San Antonio de los Cobres está contaminada por arsénico”, dice la fundamentación del proyecto escolar, y también lo ratificó a El Tribuno Claudia Casimiro, la docente impulsora del trabajo que desde hace cuatro años viene siendo presentado en la exposición educativa de la institución. El año pasado el proyecto fue premiado en su área y nivel, y en el mérito general a nivel provincial alcanzó el 13º puesto, según confirmaron desde el Ministerio de Educación.
La actividad tiene como prioridad informar a la comunidad del pueblo y parajes de la Puna salteña el nivel elevado de arsénico que contiene el agua que diariamente consumen. Al mismo tiempo, los chicos demuestran a través de un procedimiento rudimentario una forma de reducir el arsénico del agua y así llevar una mejor calidad de vida. El método “electrotratamiento” es utilizado en Bangladesh (sur de Asia) y México, con una u otra particularidad.
En los últimos años, según consta en el trabajo de campo que hicieron los chicos, en el hospital de la zona se ha diagnosticado que la mayoría de la población sufre distintos malestares en el cuerpo. El dolor de estómago, de cabeza, escamación y picazón en la piel son los principales problemas de salud causados por la presencia de arsénico en el agua.
Casimiro aclaró que si bien las manifestaciones son más evidentes en los adultos mayores que en los jóvenes, es una consecuencia lógica. “Estas personas llevan una vida consumiendo agua contaminada y su salud se termina deteriorando”, dijo. Por otra parte, en el escrito los alumnos señalan que este “veneno” puede producir complicaciones como el cáncer de piel y el hidroarsenicismo crónico regional endémico, que se extiende en una amplia zona del país.
Niveles altos de contaminación
El agua superficial del río en el barrio Pueblo Nuevo de San Antonio contiene 0,64 mg/l de arsénico y el agua de la red domiciliaria de barrio Chañarcito tiene 0,21 mg/l. Otra muestra señala que en el fluido del grifo del hotel del pueblo se encontró 240 mg/l de arsénico. Los datos corresponden a una investigación de las universidades nacionales de Salta y de Catamarca. El informe de los alumnos del 7º grado de la Escuela Hogar de San Antonio de los Cobres también mencionó un proyecto del Consejo de Investigación de la UNSa (1982) donde se indica que “la principal contaminación del arsénico procede de los manantiales de aguas termales de Pompeya”.
Imagen: Archivo Programa Infoagua |
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