Tal como pasó en la costa de Ensenada, en los últimos días aparecieron sábalos muertos en la isla Paulino y en La Balandra de Berisso. Según informó el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible -OPDS-, los ejemplares afectados fueron peces jóvenes que viven en cursos de agua poco profundos y que se enfermaron por el repentino cambio de las temperaturas.
Las autoridades de Berisso informaron que en esta oportunidad la mortandad no fue de gran magnitud, pero se registraron quejas por el olor desagradable de las costas y los pescadores denunciaron el hallazgo de peces flotando en la superficie del río. Por su parte Elba Tiburzi, presidenta de la asociación Protectora de los Derechos del Animal, pidió que se investigue si hay en el agua una alta carga orgánica, por los desperdicios que expulsa la tercera cloaca con efluentes de la Capital Federal y el sur del conurbano, ubicada frente a Berazategui, a 2.500 metros de la playa. Por eso se solicitó que se determine si la muerte de los peces se produjo por la aparición de una toxina hallada cerca del Puerto La Plata.
AMBIENTE
Germán Larrán, director provincial de Recursos Naturales del OPDS, informó que se tomaron muestras de agua y de peces muertos, en Tigre, Berisso y Ensenada. "Consideramos las diferentes variables e hicimos análisis in situ, por eso llegamos a la conclusión de que fueron episodios ocasionados por el ambiente", sostuvo el director.
En el organismo provincial se informó que la muerte de ejemplares de características similares como sábalos, bogas y bagres, comenzó a registrarse en diferentes lugares a fines de julio y durante los primeros días de agosto. "Eran animales jóvenes provenientes de cursos de escasa profundidad y como allí el agua no tiene la posibilidad de amortiguar los cambios quedaron más expuestos a las variaciones de la temperatura. Los peces sufrieron shock de hipotermia e insuficiencia en el sistema inmunológico y la debilidad les provocó la aparición de hongos a lo largo del cuerpo", apuntó el funcionario.
Después de las observaciones se determinó que esos peces de pequeños cursos fueron arrastrados moribundos a desembocaduras como las de los ríos Paraná, Luján o Río de la Plata. La mortandad fue gradual y todos presentaban enrojecimiento en la base de las aletas, hongos y pérdidas de escamas. El episodio se detectó también en lagunas del interior, Santa Fe, Entre Ríos y hasta en Uruguay, pero se indicó que no se trató de algo de gran magnitud.
CALIDAD
Se descartó que el hecho afecte la calidad del agua que se destina para el consumo, “la dinámica misma del río es la que los limpia o ingresan a la cadena alimentaria de otros animales”, dijo Germán Larrán, director provincial de Recursos Naturales.
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