Al finalizar este sexenio, por lo menos 60 por ciento de las aguas residuales de todo el país serán tratadas y se dejarán en marcha proyectos que permitirán en esta misma década llegar a la meta del tratamiento del ciento por ciento, aseguró el presidente Felipe Calderón.
Al inaugurar en esta ciudad la planta de tratamiento Aguas Blancas, Calderón subrayó que con ella se reducirán los índices de enfermedades gastrointestinales de los más de 400 mil habitantes de esta ciudad, además de beneficiar a seis millones de turistas que visitan el puerto cada año, luego de condenar que algunos presidentes municipales de Acapulco hayan intentado esconder el grave problema de la contaminación de la bahía echándose clavados en sus playas.
Acompañado por el gobernador de la entidad, Zeferino Torreblanca, y el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, entre otros, Calderón confió en que esta obra mejorará la calidad de vida de Acapulco. Además de ser una cuestión sanitaria, también es turística, porque qué duda cabe que una buena parte del turismo potencial de Acapulco se perdía, precisamente, por las condiciones de la calidad del agua y del mar.
Mencionó que el proyecto para el puerto es más amplio, ya que considera dar servicio de agua potable y drenaje a todos los acapulqueños. Sorprendentemente, Acapulco es la ciudad en todo el país que tiene el mayor número de familias sin servicio de drenaje, por el crecimiento de asentamientos irregulares en zonas de difícil acceso para los servicios públicos. Llamó la atención sobre el excesivo personal con que cuenta la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) y advirtió que, si no se racionaliza, esta inversión pronto quedará rebasada.
En su turno, Luege Tamargo recordó que en 2007 el presidente Calderón ordenó una evaluación de la bahía por la contaminación de sus playas, misma que evidenció una situación muy crítica, ya que ninguna de las 12 plantas de tratamiento de aguas residuales operaba de acuerdo con la norma y había graves problemas de contaminación, producto del deterioro de las redes, tanto de agua potable como del sistema de alcantarillado.
A partir del análisis, se inició el Programa de Saneamiento Integral para la Bahía de Acapulco, al que se destinaron más de 730 millones de pesos. Se automatizaron 14 estaciones de bombeo. En cuanto a las plantas de tratamiento, 11 fueron rehabilitadas en su totalidad y tratan en conjunto 848 litros por segundo.
La planta inaugurada este lunes tiene una capacidad de mil 350 litros por segundo y con ella se cubre ciento por ciento del tratamiento de las aguas residuales de la bahía, y 95 por ciento de toda la ciudad de Acapulco. Además de que supera los parámetros establecidos en cuanto a la protección de la vida acuática y de sólidos totales, la calidad del agua permite utilizarla para riego público urbano, entre otros.
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