La noticia se conoció luego de las denuncias realizadas por ONG ambientalistas y protectoras de animales. Además, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la provincia de Buenos Aires (OPDS) realizó un relevamiento en las zonas afectadas.
La mortandad se registró durante julio y agosto últimos. En su mayoría se trataba de sábalos, bogas y algunos bagres.
Al respecto, Germán Larrán, director del organismo, explicó que “por lo general, los peces jóvenes suelen habitar en aguas de escasa profundidad, dado que allí encuentran resguardo de sus depredadores y una mayor oferta alimenticia conforme a su edad”.
Por último, agregó que “estos cursos de agua superficiales no tienen la capacidad de amortiguar los descensos bruscos de temperatura que se han producido, lo que ocasionó alteraciones en el metabolismo de los peces afectados”.
|
|
|