La falta de condiciones del agua que consumen a diario, mantiene en vilo a los vecinos del poblado de Punta del Agua en el departamento Tinogasta.
Pero no es la única población que debe soportar esta precaria provisión, ya que en el mismo departamento en la localidad de El Pueblito los habitantes reclaman por mejoras en el suministro que no llegan.
En ambos casos según indicaron los vecinos que dialogaron con El Ancasti, temen por la calidad del servicio, ya que a simple vista notan la turbiedad del agua.
Punta del Agua es un pueblo que se ubica a 150 kilómetros de la cabecera departamental, con escasas 20 familias.
La preocupación por la calidad del agua que consumen, originó que se tomaran muestras tanto en la escuela como en un domicilio particular, pero hasta el momento no tienen los resultados.
Los vecinos señalaron que las muestras fueron entregadas al director del hospital zonal, Roberto Gómez, hace ya varias semanas, pero a la fecha aún no hubo avances.
"Cuando vinimos a preguntarle nos dijo que ya se ocuparían del tema. Nosotros seguimos sosteniendo que el agua que consume toda la población no es potable y pedimos un análisis, pero a nivel local ningún bioquímico lo hace", dijo Oscar Aredes un vecino del lugar.
Por otra parte, remarcó que el agua "a simple vista se nota que no es potable porque es turbia y porque los chicos en la escuela presentan enfermedades que aún no tienen explicación científica, pero igualmente queremos que esto se corrobore con análisis".
Junto a otros vecinos, se especula con que muchas de las enfermedades que presentan los niños como infecciones en la piel y la dentadura se deben a este problema del agua que a su entender no recibe ningún tratamiento desde hace mucho tiempo.
A esta situación se suma la falta de vacunación de los animales que crían para la venta y el consumo, que según indicaron podrían ser también los responsables de los problemas de salud.
Por esta razón luego de la campaña de vacunación que se realizó en el mes de mayo, la comunidad de la Escuela Nº 56 "Ciudad de Mar del Plata" pidió el mes pasado y mediante nota, un control sanitario de parásitos, chagas y problemas dentales a los 60 alumnos que asisten, aunque hasta el momento no se realizó.
En El Pueblito
En el caso del paraje El Pueblito, ubicado al sur de la cabecera, a unos 60 kilómetros, la realidad no es muy diferente.
Los vecinos señalaron a El Ancasti que viven allí unos 800 habitantes que se abastecen de agua almacenada en un tanque elevado, que tiene en la actualidad un importante deterioro, sin que nadie pueda solucionarlo.
Las pérdidas de la estructura ocasionan que gran parte del agua se pierda en vez de ser utilizado para el consumo de la población.
Al deterioro del tanque elevado se suma la falta de insumos para realizar la potabilización del agua, lo que vuelve a poner en duda la calidad del agua que llega a los domicilios.
Según indicaron los pobladores, el tanque es mantenido por sólo dos personas, que dependen de la Dirección Provincial del Agua Potable, que no cuentan con los elementos necesarios ni las herramientas para realizar un mantenimiento adecuado.
Por esta situación, indicaron que se recolectaron firmas en toda la población, para plantear el grave problema por el que atraviesan, pero a la fecha no hubo respuestas favorables al pedido. Los lugareños aseguraron que esta situación se mantiene desde hace más de dos años.
Una atención médica deficiente
El mini hospital de Palo Blanco, desde donde depende la cobertura sanitaria para todos los pueblos cercanos, no cuenta con médico estable.
El profesional que se había designado, debido a problemas particulares no llegó a instalarse, ni a realizar la visita a toda la zona y dejó el cargo. Actualmente, desde el área programática se habría dispuesto la visita de un médico 3 veces por semana a Palo Blanco, pero no llegaría a toda la zona. Por otra parte, los vecinos manifestaron que realizaron reiterados reclamos por el estado de los caminos, fundamentalmente el que une Palo Blanco con Punta del Agua, para poder contar con el ingreso de ambulancias.
Señalaron también que se pidió ante el senador departamental Bernardo Quintar que se gestione ante el SENASA, la vacunación para ganado bobino, ovino, caprino y camélidos.
"No hemos tenido respuesta de ningún tipo. Lo que pedimos no son caprichos, queremos tener una población sana porque partiendo de allí hay posibilidades de desarrollo y progreso, no así con una comunidad enferma", dijo Aredes tras mencionar que la población padece también por problemas energéticos.
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