Representantes del Proyecto Represa Ayuí Grande se reunieron ayer en la capital provincial y dieron a conocer cuestiones relacionadas con el estudio de impacto ambiental para el plan productivo. Además de defender la iniciativa y criticar la falta de sustento de las denuncias por posible contaminación o daños al ecosistema natural, dejaron en claro que brindará beneficios a la economía mercedeña y provincial.
En el marco de una reunión que mantuvieron en la capital provincial con los técnicos que realizaron el estudio de impacto ambiental, Ricardo Freire, de Copra SA -una de las empresas impulsoras del proyecto- resaltó a la prensa que para el desarrollo del mismo se ha convocado a los mejores profesionales del país, mediante un acuerdo con la Universidad de Buenos Aires (UBA), que cuenta con un estudio superior a las 3.000 fojas y es considerado un ejemplo en lo que hace a documentos científicos aplicados a la producción.
Sobre los cuestionamientos recibidos desde sectores ecologistas, Freire sostuvo que tanto el Gobierno provincial, el Icaa, las empresas que llevan adelante el proyecto y la Justicia, no tienen un solo documento con argumentos científicos que avalen esa oposición y que demuestren la eventual nocividad del proyecto.
“Todas las críticas se efectúan a través de los medios, pero ninguna presentación ante los organismos competentes”, sostuvo Freire, quien además mencionó al ambientalista Aníbal Parera: “Vino a Corrientes con el proyecto de la Fundación Ecos, que pretendía declarar 1,5 millones de hectáreas como Patrimonio de la Humanidad, donde Douglas Tompkins iba a ser el administrador. Entonces la provincia perdería su patrimonio, los esteros, que pasarían a ser de la humanidad”, advirtió.
También resaltó que el estudio fue auditado por el prestigioso ecólogo Otto Thomas Solbrig, reconocido especialista la biología de las poblaciones vegetales, en particular en la interfase entre ecología, evolución y economía y su relación con el uso de los recursos naturales y la agricultura en América latina.
Entre las ventajas del proyecto para Mercedes y la provincia, Freire explicó que se trata de una inversión de U$S60 millones, que generará 1.500 puestos de trabajo. “En particular va a se requerida mano de obra especializada para las distintas etapas del proceso productivo por lo cual es muy importante la capacitación que pueda ofrecer la universidad en la zona de Mercedes”, dijo el empresario.
Por su parte, los responsables del estudio de impacto ambiental e ingeniería del proyecto, Jorge Adamoli, Ángel Menéndez y Raúl López Pairet, también respondieron a las consultas de la prensa. Entre lo más significativo, los técnicos contratados para el estudio indicaron que habrá una compensación del espinal que sea afectado, protección a los monumentos naturales, monitoreo de peces, control estricto de la caza furtiva y el relevamiento sistemático de posibles contaminantes agroquímicos en agua y sedimentos. Para este ultimo punto se contará con la participación de organismos independientes, universidades y Conicet, aclaró.
Explicaron, además, que en este proyecto se viene trabajando desde 1998 y de manera paralela al proyecto hidráulico de la presa, se fueron analizando los posibles impactos, por lo que se cuenta con números estudios de base, los que fueron auditados y ampliados por expertos. “Hay que tener respeto por los técnicos correntinos que vienen realizando estudios desde hace 12 años”, sentenció Menéndez.
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