Para poder salvaguardar la seguridad de los más de mil habitantes de Palo Alto, corregimiento de Los Naranjos, Boquete, luego de las inundaciones del pasado domingo, se procederá a colocar barreras de mitigación en las riberas de este afluente y recomiendan a los inversionistas no comprar la servidumbre del río, por considerarlo un peligro latente.
El director regional del Sistema Nacional de Protección Civil, José Donderis, dijo que el problema en Boquete es que a lo largo de muchos años las personas le han hecho presión al río Caldera.
Hay personas que tienen sus tierras a orillas del río y las venden, y como los inversionistas no conocen el comportamiento del cauce, las compran sin saber que exponen su dinero, añadió.
Agregó que caminó siete kilómetros hasta el puente de Palo Alto, en donde se encontró gran cantidad de árboles y rocas en la cuenca.
“Pudimos constatar que las lluvias fueron intensas en un período corto, que provocaron que las quebradas aumentaran y comenzaran a erosionar las riberas en este punto”, afirmó.
El pasado domingo 22 de agosto el desbordamiento de tres quebradas, La Zumbona, Aserrío y San Agustín inundó la región de Boquete y además provocó el desborde de los ríos Palo Alto, Palmira y Caldera, dejando un total de de 135 personas afectadas y pérdidas materiales.
En tanto, Iván Jaramillo, gerente de Hidrometeorología de la Empresa de Transmisión Eléctrica, aseguró que aún no ha sido posible medir las precipitaciones por la imposibilidad de llegar hasta la estación ubicada en una de las márgenes del río Caldera.
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