La polémica por la potabilidad del agua en Ushuaia volvió a tomar relevancia por estos días tras la denuncia hecha pública en la Banca del Vecino de Concejo Deliberante por un trabajador de la Planta potabilizadora de la capital fueguina, que advirtió que el agua de red domiciliaria no se encuentra apta para el consumo. Esta situación que, contradice a las autoridades de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) que continuamente garantizan la calidad del servicio, derivó en que directivos del organismo hayan solicitado al cuerpo deliberativo, las versiones taquigráficas de lo expresado en el marco de la sesión del miércoles pasado.
La directora provincial de la DPOSS, Mónica Obreque, salió al cruce para repudiar: “Los dichos de Bello son una mentira”, y aseguró que “no sé qué fines persigue con sus expresiones, pero demuestra que es un ignorante”, al anotar que “es de una irresponsabilidad total alarmar innecesariamente a la población”. Incluso, confirmó que el denunciante es operador de planta desde finales del 2006 y aseveró que “no es técnico ni tiene un título que respalde las barbaridades que sale a decir” por lo cual no descartó que le apliquen sanciones. Así la ingeniera especialista en temáticas ambiental aseguró que “si el agua no estuviera en condiciones este organismo sería el primero que alertaría a la población, para que no la consuma”.
En diálogo con EDFM la autoridad de la DPOSS quiso llevar tranquilidad a la comunidad asegurando que “cada vez que se nos consulta se responde con la verdad sobre lo que ocurre, de hecho hay monitoreos constantes por parte del personal de obras sanitarias y por laboratorios externos para cumplimentar con pedidos de informes de la justicia, donde incluso –dijo– los últimos resultados confirmaron que el agua era totalmente potable”. No, obstante, “si hay que continuar con estos análisis los seguiremos haciendo para demostrar que el organismo está realizando su tarea, con responsabilidad”, adujo.
El denunciante
Cabe destacar que Hernán Bello se presentó acompañado por su abogado, Guillermo Gowland, y expresó que “el agua que estamos tomando no es potable”, respaldando en un dictamen de la fiscal Marcela Bragulat, realizado días atrás en que la letrada informó que “la información de la DPOSS no es confiable, y se trata de la salud de toda la población, un derecho fundamental”, a partir de que se hallaran cantidades de boro, mercurio y otros compuestos químicos que superan en hasta un 700% los parámetros del Código Alimentario Argentino. Al respecto Mónica Obreque reconoció que “aún no tomé conocimiento de este dictamen porque no fue remitido la Dirección, por lo cual no puedo opinar sobre ello”, ratificó. |
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