A un mes del inicio del desastre en Paquistán y mientras las aguas amenazaban con inundar los pueblos sureños de Sindh y Thatta, ubicados a unos 70 kilómetros al este de Karachi, Naciones Unidas (ONU) advirtió ayer que decenas de miles de niños se encuentran en riesgo de morir o sufrir desnutrición. "Tememos a la letal sinergia de enfermedades transmitidas por el agua, incluida la diarrea, la deshidratación y la desnutrición", dijo Karen Allen, funcionaria de alto rango de Unicef.