En medio de un renovado clima de tensión entre el Gobierno y los ambientalistas de Gualeguaychú, el canciller Héctor Timerman llegará hoy a Montevideo para firmar con su par uruguayo Luis Almagro las denominadas «Cartas reversales». Se trata de la oficialización del acuerdo de seguimiento ambiental que pondrán en marcha de manera conjunta los dos países sobre la planta de celulosa de UPM (ex Botnia).
Será el primer encuentro luego de que los presidentes Cristina de Kirchner y José Pepe Mujica se reunieran en julio pasado para acordar el estudio conjunto, y apenas unos días después de que la Asamblea de Gualeguaychú decidiera retomar las medidas de fuerza para repudiar la instalación de la planta en Fray Bentos.
En la cita de hoy, Timerman y Almagro deberán instrumentar los primeros pasos del control ambiental, algo que ya genera nuevos cruce con la Asamblea entrerriana, que reclama conocer los parámetros y los métodos que se utilizarán en ese proceso.
El viernes, el canciller argentino reveló los nombres de quienes integrarán el Comité Científico binacional. La Cancillería argentina nombró a Juan Carlos Colombo, quien integró la delegación nacional ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y Guillermo Esteban Lyons, funcionario de la Secretaría de Ambiente de la Nación.
Uruguay, por su parte, designó a Eugenio Lorenzo, presidente de la delegación de ese país en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), y al ex decano de la facultad de Química, Alberto Nieto.
Del lado argentino, el nombramiento generó un cortocircuito entre los vecinos de Gualeguaychú y la Casa Rosada. La Asamblea manifestó «decepción» y apuntó contra Timerman por no cumplir con las «promesas» que le había hecho respecto de la designación.
Según los vecinos, Colombo y Lyons «son las personas que dijeron que Botnia contamina y con eso fuimos a (la Corte de Justicia Internacional de) La Haya» a denunciar a Uruguay por violación del tratado del río compartido.
«Ahora no pueden (Colombo y Lyons) cambiar diciendo que no contamina, sería una incoherencia. Si somos coherentes tiene que ser así», argumentan.
El contrapunto se sumó al malestar que ya generó la decisión de los asambleístas de retomar, los próximos cuatro domingos de septiembre, concentraciones de dos horas en la ruta que conduce al puente internacional con Fray Bentos, Uruguay, lo que implicará un corte intermitente.
Los vecinos sostienen que están disconformes con la falta de cumplimiento de palabras. «El canciller Timerman se comprometió a venir a Gualeguaychú a poner la cara y no lo hizo», remarcó Jorge Fritzler y recordó que tampoco llegó a la ciudad la embajadora Susana Ruiz Cerruti. En este contexto, Timerman dijo días atrás que no se iba a «reunir con los asambleístas mientras haya protestas».
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