La compañía Obras Andinas SA, del empresario sureño Omar Álvarez, se asoció con la constructora Cartellone para competir en la licitación del complejo hidroeléctrico Los Blancos, en el Valle de Uco. Ambos formaron una Unión Transitoria de Empresas (UTE) y constituyeron uno de los cinco grupos económicos que están en carrera para la construcción, operación y mantenimiento de las centrales y presas hidroeléctricas que buscan aprovechar integralmente las aguas del río Tunuyán. La adjudicación se hará a fines de año.
Desde el momento en que fue sancionada la Ley de Medios, en octubre de 2009, Álvarez comenzó a pergeñar un multimedios que excediera el Sur provincial, donde ya posee una empresa de televisión por cable (CTC), varias radios y un portal de noticias.
Primero adaptó a la nueva normativa la razón social de Medios Andinos SA. Luego creó una serie de sociedades con el objeto de explotar señales de TV abierta y de radio. En diciembre constituyó Compañía Televisión Argentina, en febrero la Compañía Teledifusora Argentina, en junio Medios Argentinos –en sociedad con Leopoldo Elíes, quien está vinculado a Electroingeniería (beneficiada por el Gobierno nacional en licitaciones de obra pública)– y el 12 de julio pasado Comunicaciones Televisivas Argentinas, en la que su esposa, Graciela Gattás, figura como socia de Elíes, y Álvarez como vicepresidente del directorio.
El grupo mediático que el empresario sureño pretende edificar pasará a formar parte del multimedios nacional oficialista que el kirchnerismo usará para las elecciones presidenciales del 2011.
Entre los oferentes de Los Blancos hay otros nombres conocidos para los mendocinos. Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (IMPSA), por ejemplo, se asoció con la brasileña Queiroz Galvao para entrar en el proceso licitatorio de una de las obras hidroeléctricas más importantes de los últimos años, que tendrá un costo total de unos 1.000 millones de dólares.
El resto de los grupos económicos incluye a la UTE Iecsa-Contern, compuesta por una de las empresas de la familia Macri y una compañía brasileña; a la argentina Andrade Gutiérrez, que se asoció con Chediack, Construcciones Electromecánicas del Oeste (Ceosa) y Sadesa, y por último la Corporación América, de Eduardo Eurnekian, formó una UTE con Panedile y Holdec Inversora y también hará una oferta de un porcentaje del financiamiento.
En esta nueva etapa licitatoria, en la que el gobierno de Celso Jaque amplió el juego “para que ingresaran nuevos grupos”, tal como explicó a Diario UNO el ministro de Infraestructura, Francisco Pérez, hubo algunas modificaciones.
En un principio, el Ejecutivo les había solicitado a los oferentes que financiaran el 100% de la obra, como informaron oficialmente desde la cartera de Infraestructura.
Pero luego se cambió esa exigencia y se pidió que los interesados ofertaran “al menos el 35% del financiamiento total, o sea cerca de 360.000 millones de dólares”, tal como reza el informe del ministerio que conduce Pérez sobre el aprovechamiento integral del río Tunuyán.
“El resto del financiamiento se completará con el Programa Nacional de Fideicomiso de Obras Hidroeléctricas, que es un fideicomiso creado a partir de la venta de energía”, detalló el funcionario.
Bajo las condiciones iniciales hubo siete grupos económicos (compuestos por 19 empresas) que se anotaron para la realización de la obra hidroeléctrica que producirá más del doble de la energía que genera la presa Potrerillos. Pero Obras Andinas SA, una empresa que creó Álvarez en 2005, se fusionó con Cartellone, mientras que la firma argentina Roggio, muy cercana al kirchnerismo, bajó su presentación.
Si bien Álvarez se ha dedicado históricamente al negocio mediático, ya se asoció con Electroingeniería, otra compañía vinculada a los K, y logró la preadjudicación de la construcción de la presa El Chihuido, ubicada en Neuquén, que costará más de 1.500 millones de dólares.
Lo que sigue
El Ejecutivo recibirá las ofertas con el porcentaje de financiamiento, las garantías y los precios de obras que las empresas están dispuestos a financiar del complejo Los Blancos, ubicado sobre el río Tunuyán.
La recepción de propuestas técnicas y económicas cerrará a fines de setiembre y el Gobierno quiere que la adjudicación esté lista a fines de año, para que en 2011 comiencen las obras.
El proceso no sólo implica la licitación de la construcción de dos presas y dos centrales hidroeléctricas, sino también la operación y el mantenimiento.
Una inversión millonaria
El aprovechamiento integral del río Tunuyán tiene previsto la construcción de un complejo hidroeléctrico que incluye cuatro obras: la presa Los Blancos, con una altura de 125 metros; la central hidroeléctrica Los Blancos I; la presa Los Tordillos, con una altura de 47 metros, y la central hidroeléctrica Los Blancos II. El plazo de obra estimado es de 5 años.
Qué se hará
La utilización de las aguas del río Tunuyán contempla la optimización con fines hidroeléctricos de un salto natural de 560 metros, que se hará en un tramo de 33 kilómetros del río.
Se estima que las centrales hidroeléctricas Los Blancos I y Los Blancos II tengan una potencia de 486 MW, superando ampliamente a la que actualmente tiene Potrerillos, que es de 180 MW.
La represa neuquina
En los primeros días de junio, el Gobierno nacional preadjudicó la obra de la represa Chihuido, que se construirá sobre el río Neuquén, a una Unión Transitoria de Empresas (UTE) formada por Electroingeniería, Constructora Obras Andinas SA e Hidrocuyo.
Las obras de la represa neuquina tendrán una inversión superior a la de Los Blancos y su costo total rondará los 1.500 millones de dólares.
El Ejecutivo nacional, junto con el gobierno de Neuquén, prevén que la presa tendrá una potencia de 640 MW y generará en total cerca de 5.500 puestos de trabajo de forma directa e indirecta.
La represa que se proyecta en esa provincia tendrá más de un kilómetro de extensión y generará un lago artificial de 18.000 hectáreas, según información que expone el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación. |
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