La preocupación crece en Carlos Paz. Cada día que pasa en este invierno, el lago San Roque baja unos tres centímetros, y las miradas de los que viven del turismo se pierden en los islotes que van apareciendo en el espejo de agua. Nadie quiere que pase lo mismo que el año pasado y lo que desvela a los operadores turísticos es tener otra vez a los canales de televisión porteños con sus cámaras enfocando un lago vacío.
Por eso se conformó un comité de prensa, integrado por el municipio, la Cooperativa Integral (Coopi) y la Asociación Hotelera, que como primera medida solicitó que se cambie el término "alerta" por el de "código" para indicar en qué grado se encuentra la cuestión hídrica en la ciudad.
Hugo Marconi, vocal de la Asociación Hotelera, sostuvo ayer que la idea es que no pase lo que sucedió el año pasado. "Antes de la temporada nos perjudicó muchísimo la mala difusión que hubo en los medios nacionales", explicó, tras opinar que la bajante es un fenómeno normal que se da por la escasez de lluvia en invierno.
Ayer, el lago midió 31,22 metros. Según fuentes de la Coopi, todavía está cinco centímetros más alto que en la misma fecha de 2009. Pero el año pasado fue especialmente seco.
No sólo se trata de la imagen televisiva o de una foto del lago bajo. La crisis hídrica no fue un invento ni una confabulación.
"Tenemos que concientizar a la gente y al turista de que hay que cuidar el agua todo el año", sostuvo Marconi, que añadió: "También le hemos pedido a la Provincia que instrumente las medidas necesarias para que en la ciudad de Córdoba se coloquen medidores domiciliarios".
Carlos Paz no toma agua del lago. Si los cordobeses de la capital consumieran menos, el lago bajaría menos. Jorge Boido, vocero de la Coopi, afirmó que además de los medidores para la Capital, Carlos Paz reclama que la ciudad de Córdoba tome más el recurso del dique Los Molinos y que se limite la utilización de agua para generar energía de la usina de Epec en el San Roque.
Desde Carlos Paz y la región siguen advirtiendo que el mayor problema que tiene el lago es la provisión de la ciudad de Córdoba. "La cuenca va de La Cumbre hasta Cuesta Blanca y entre todas las ciudades que incluye hay unas 50 mil conexiones de agua. Córdoba tiene unas 430 mil", detalló Boido.
Desde la Coopi se busca, además, atenuar el consumo local que se incrementó un 14 por ciento con respecto al año pasado. La cuestión pasa, según señalaron, por crear conciencia.
El lago es para Carlos Paz una cuestión turística; para Córdoba capital significa la provisión de agua. El meollo está en que la actividad económica que mueve el turismo en Carlos Paz representa, según la Asociación Hotelera, el 82 por ciento del total local.
Ya no se hablará de alertas sino de códigos
La meta principal es crear conciencia entre los usuarios (habitantes estables y turistas) del cuidado del recurso hídrico.
Así lo fijó la comisión que conformaron el municipio, la Cooperativa Integral y la Asociación Hotelera de Carlos Paz. El modelo a seguir es la ciudad de Mendoza, que se promociona por su limpieza invitando, tanto a los locales como a los visitantes, a preservar el estado natural de la capital cuyana.
Hace dos semanas se comenzó a reunir este comité que tiene entre sus objetivos morigerar los efectos de una crisis hídrica en los medios nacionales.
Para eso, el Concejo de Representantes aprobó una ordenanza a través de la cual se modificó la manera de designar el riesgo. Se cambió el término alerta (amarilla, naranja y roja) por el de código (1, 2 y 3). Ahora, la alerta roja debiera ser llamada código 3, para no suene en tono alarmista, aunque signifique lo mismo.
Jorge Boido, vocero de la Coopi, explicó que la cuestión del nivel del no pasa sólo por la falta de lluvias. "Si no hay una política hídrica provincial la cosa se complica", dijo, y apuntó que se deben tomar medidas para reducir los derroches de consumo y para proteger las cuencas de los ríos en las sierras.
Manifestó que debería controlarse más el desmonte, el sobrepastoreo y la prevención de incendios. |
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