Este año el dique Caracoles tampoco podrá llenarse. Al menos es lo que se baraja en la Dirección de Hidráulica al día de hoy, debido a la poca cantidad de nieve acumulada que hay en la cordillera y que presagia poca cantidad de agua para la próxima temporada. Ya se hicieron las mediciones en la cordillera la semana pasada -que sirven para realizar un pronóstico de los caudales de agua que traerá el río San Juan- y aunque las cuentas recién estarán para mediados de la semana próxima, en la repartición son escépticos respecto a que vaya a mejorar más de lo que se calcula hasta ahora, al menos por lo que han advertido a simple vista: se necesita alrededor de un metro de acumulación de nieve y hasta ahora sólo estiman que hay 40. Es que a pesar de que ha nevado muchas veces las precipitaciones no han sido lo suficientemente abundantes o de buena calidad como para que se acumulen en las montañas, según explican los técnicos.
Ayer el titular que está al frente de Hidráulica -el área encargada de establecer cada año la política del manejo del agua de los ríos sanjuaninos- anticipó que ante la escasez de agua que sobrevendrá se le va a dar prioridad a lo que haya disponible para la irrigación de las zonas agrícolas, en tanto que la generación eléctrica de las presas quedará relegada a un segundo plano.
Ante esa situación, la generación eléctrica a pleno, al menos hasta el momento, está asegurada sólo en la presa de Ullum que es la única que este año ha logrado llenarse a una cota óptima para ese fin. En cambio Caracoles, la nueva estrella de centrales hídricas locales, tendrá que seguir esperando: "Caracoles es una central de paso, por lo que va a generar cuando deje pasar el caudal de agua que traiga el río, hacía Ullum, pero claro que eso es menos de lo que podría generar si estuviera llena", explicó Millón.
"Si la situación no cambia, Caracoles no podrá embalsar, deberá dejar pasar los requerimientos de agua que le indiquemos, de acuerdo a las necesidades. EPSE (el organismo que se encarga de la generación eléctrica) deberá establecer si lo hacen en forma continúa, durante todo el día para ir generando constantemente. O por el contrario, pueden hacerlo en los horarios pico, para generar electricidad cuando ésta es más cara", explicó.
La poca agua disponible ha obligado a la repartición a entregar menos caudal para riego al campo estas semanas : en otros años Hidráulica distribuía 0,4 litros por hectárea y ahora entrega sólo 0,3 litros. Eso ha desatado una gran preocupación entre los productores que han sembrado menos y temen por la calidad de las producciones de ajos, hortalizas y semillas. Ayer la Asociación de Viñateros anunció que junto a productores de Rawson y Pocito van a volver a solicitar por segundo año consecutivo a las autoridades que se pongan en funcionamiento la batería de pozos de agua estatales. Pero Millón adelantó que esa posibilidad no es considerada, porque no se justifica el gasto que demandaría (ver aparte).
En cambio, una vez que se cuente con el pronóstico se hará una reunión con los miembros de las Juntas de Riego para establecer que se hará para no derrochar agua. Millón opina que este año se tendrá que regar de noche y también los fines de semana, para no derrochar.
Los pozos estatales
Los viñateros volvieron a pedir este año que el gobierno reactive la batería de pozos de agua eléctricos de propiedad del Estado, 193 perforaciones distribuidas en los valles de Tulúm y de Zonda. "Calculamos que cada pozo puede generar 200 mil litros de agua por hora, lo que aportaría un volumen importante para poder regar bien los cultivos", dijo Juan José Ramos, titular de la Asociación de Viñateros que realiza el pedido. En la entidad calcularon que el arreglo de los pozos demandará unos $10 millones, "a razón de $50.000 por pozo", estimaron.
No obstante, ayer Millón desestimó la propuesta: "la inversión que hay que hacer no lo justifica", dijo ayer. Agregó que esas perforaciones no se usan desde los años 80, cuando arrancó Ullum, y que repararlas demandaría una inversión de unos $50 millones, además del costo de la energía posterior para hacerlos andar, de alrededor de $5.000 mensuales por pozo.
Esos pozos se construyeron a partir de 1955 para entregar agua subterránea a la red de canales. Hay 118 en el valle de Tulum y 75 en la zona de Zonda. En la foto, pozos estatales en el camino hacia la zondina Villa Tacú.
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