La Provincia, junto a las universidades nacionales de Córdoba y de Río Cuarto, más la privada Blas Pascal y el Instituto Nacional del Agua realizarán un "libro verde" de Córdoba en el que investigarán las napas, el suelo, la flora y los recursos hídricos de la provincia.
Desde la Provincia se calificó el proyecto como "el más importante que se haya realizado para construir un estado de situación y poder delimitar con precisión las posibilidades productivas y el aprovechamiento de las diferentes zonas de Córdoba".
El lanzamiento fue en un acto realizado en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), donde el rector Oscar Spada recibió al gobernador Juan Schiaretti, quien entregó los primeros fondos que permitirán poner en marcha las investigaciones. Se trató de un millón de pesos (500 mil para agua y otro tanto para los estudios sobre suelo).
Según se anunció, está previsto que durante los dos años de tareas, la Provincia y la Nación, a través del Programa de Investigación y Desarrollo (PID) de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica, aportarán cada una unos tres millones de pesos. El proyecto se completa con otros nueve millones que destinarán las universidades participantes entre salarios de investigadores, infraestructura y equipamiento. En total, se estima que participarán unos 150 científicos.
Inédito. "Es el mayor trabajo científico encarado en Argentina desde el punto de vista de la cantidad de investigadores que participan", dijo Schiaretti en Río Cuarto.
El ministro de Ciencia y Tecnología de la Provincia, Tulio Del Bono, remarcó que el trabajo tiene como finalidad "proveer información para la toma de decisiones estratégicas que hagan al uso racional del agua y del suelo".
Citó que "en la Argentina, tal vez porque fuimos bendecidos por la abundancia, no hemos tenido un uso racional de ambos recursos y estamos comenzando a sufrir las consecuencias".
Respecto del agua subterránea, se aclaró que la idea es que la investigación determine cantidad y calidad de esos acuíferos, en todo el territorio provincial.
En tanto, respecto del mapa de suelos, el objetivo central sería determinar con parámetros científicos sus condiciones y perspectivas para su explotación, según cada zona.
En realidad, la investigación estaba prevista para iniciarse en marzo de 2009 (tal como publicó La Voz del Interior el 28 de setiembre de 2008).
Juan José Cantero, Secretario de Promoción Científica de Córdoba, explicó que fue complejo armar redes tan grandes de investigadores y adaptar un programa de subsidios de la Nación que está diseñado para empresas.
"Los resultados van a trascender a este gobierno, lo que lo convierte en una política de Estado. El próximo gobierno van a tener que tomar las decisiones", indicó Cantero.
Conocimiento que hacía falta ayer
Por Lucas Viano
Por lo novedoso para el sistema científico nacional y por la importante inversión monetaria y de recursos humanos, sorprenden los dos proyectos anunciados ayer en Río Cuarto por el gobernador, Juan Schiaretti.
Pero, por la utilidad de los resultados, también debería sorprendernos que estas investigaciones no se hayan hecho antes.
Estudiar los suelos, la flora, las napas y los ríos de Córdoba con el fin de tener un diagnóstico de situación parece de sentido común si se quieren realizar políticas públicas para el desarrollo productivo y sustentable de la provincia. Son datos que deberían saberse ayer, hace tiempo.
¿Cómo el Estado va a asegurar la provisión de agua potable a su población si no sabe la cantidad, ubicación y calidad de sus napas? ¿Cómo el Estado autoriza emprendimientos productivos sin conocer las características geológicas, forestales e hídricas de la región?
Finalmente, al ser el Gobierno provincial el demandante de este conocimiento, también será el responsable de utilizarlo adecuadamente en decisiones más racionales, en controles más precisos y en políticas efectivas.
Pero, además, la novedad de estas iniciativas también pone en evidencia lo alejado que a veces parece estar la investigación de los problemas del país.
Las dos iniciativas son casos especiales dentro del paradigma que rige en el sistema científico mundial (y también argentino), el cual prioriza y recompensa la investigación de vanguardia: estudiar y describir los misterios del mundo nano, de los genes, del cerebro y de las estrellas.
Revertir vicios
Esta ciencia que se realiza en los países desarrollados tracciona a los investigadores locales, obligados a publicar lo que el canon científico mundial demanda para obtener subsidios. La consecuencia es que investigar los problemas nacionales no da prestigio ni dinero.
Más allá de las críticas, estas sorpresas son gratas porque apuntan a revertir vicios en las políticas de estado y en la política científica con la aspiración de lograr una provincia productiva pero sustentable. |
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