(ANSA) - Una torrencial lluvia de seis horas seguidas en el departamento Beni (Norte del país) sofocó hoy los incendios y despejó la humareda pero amenaza ahora la vida de los peces de la Amazonia boliviana por las cenizas que arrastró a los ríos.
La lluvia que cayó el lunes en todos los municipios de Beni, incluido el de su capital Trinidad, apagó los miles de focos de calor en esa región pero el agua llevó las cenizas a los arroyos "y los peces están en riesgo", según el servicio de meteorología e hidrología.
Luís Fhillip, de ese servicio, explicó que en los ríos de la región hubo ya gran mortandad de peces por "las bajas temperaturas del invierno" y ahora "están en riesgo de morir por la contaminación del agua con los cenizas".
Según un reporte de la agencia católica Fides, la lluvia provocó inundaciones en Trinidad. "El agua ingresó a algunas viviendas", dice el informe, "por lo que se mantiene la alerta roja" declarada inicialmente a raíz de los incendios.
Hasta la pasada semana, en esa región se registraron 1.437 focos de calor y 50 viviendas y sembradíos arrasados por incendios originados por la quema de pastizales para habilitar tierras de cultivo.
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