El juez federal de Quilmes Luis Armella multó este martes al secretario de Ambiente, Homero Bibiloni, en su calidad de titular de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), por 4.000 pesos diarios que deberá pagar “de su propio peculio” por incumplir con una serie de objetivos fijados en el plan de saneamiento dispuesto por la Corte Suprema.
El juez Armella le concedió a Bibiloni un plazo de 48 horas para efectivizar el depósito y advirtió que “en caso de no acreditarse” se deberán formar “actuaciones por la posible comisión de delito de acción pública”.
La sanción aplicada a Bibiloni es de 1.000 pesos diarios por cada uno de los cuatro objetivos que Armella consideró incumplidos: la falta de implementación de un “sistema internacional de medición” y de un mecanismo de “información pública”, así como también las pautas fijadas sobre “contaminación de origen industrial” y “saneamiento de basurales”.
En esa misma línea, el juez Armella intimó a los miembros del Consejo Directivo de Acumar (representantes del Poder Ejecutivo Nacional, de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) a que en 10 días den cumplimiento con aquellos objetivos, bajo apercibimiento de ser sancionados con una multa por igual monto que la impuesta a Bibiloni.
En relación con el saneamiento de basurales, el magistrado requirió a los miembros del Consejo Directivo de Acumar; al ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Diego Santilli; al jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Alberto Pérez, y al presidente del Ceamse, Raúl de Elizalde, y a los 14 intendentes de los municipios bonaerenses que integran la cuenca a que cumplan con el objetivo fijado, bajo apercibimiento de ser sancionados con una multa diaria de 1.000 pesos.
Los 14 municipios que integran la cuenca son: Almirante Brown, Avellaneda, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, General Las Heras, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Merlo, Morón, Presidente Perón y San Vicente.
Por otra parte, el juez Armella instó a Bibiloni y al resto de los funcionarios involucrados a “intensificar en forma notoria las acciones que vienen desarrollando” para sanear el Riachuelo y los intimó a presentar cronogramas sobre las tareas a cumplir.
Armella se mostró “en un todo de acuerdo respecto a que la reconversión del sector industrial debe tender al cese de vertidos, emisiones y disposiciones contaminantes en la [Cuenca Matanza Riachuelo], debiendo garantizarse en lo inmediato la reducción palpable, concreta, efectiva y mensurable de los fluidos”.
Para ello, dijo Armella “resulta imprescindible la definición de metas progresivas de reducción de contaminantes y un marco jurídico consistente y coherente con los objetivos perseguidos, los que deberán sostenerse en el tiempo constituyendo una política de estado”.
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