La combinación de una fuerte crecida del Río de la Plata junto con fuertes vientos del sudeste generaron inundaciones en el conurbano, donde hubo unos 200 evacuados, y complicaciones en la Ciudad. El Servicio de Hidrografía Naval anunció ayer por la tarde que los niveles más altos de la crecida se registrarían esta madrugada.
Las localidades del GBA más afectadas fueron Quilmes, Ensenada, Avellaneda y Berisso, en la zona sur, y Tigre y San Fernando en el norte.
El subsecretario de Planificación provincial, Guido Lorenzino, le dijo anoche a Clarín que pese a que se esperaba una crecida aún mayor del Río de la Plata, la situación estaba “controlada”. “Los evacuados no suman más de 200 y fueron todos por prevención . Son familias puntuales en la zonas costeras de Quilmes, Ensenada, San Fernando y Tigre, donde durante todo el día estuvieron trabajando Bomberos con Defensa Civil”, explicó.
En tanto, desde el ministerio de Desarrollo Social de la Provincia se auxilió con el envío de colchones, frazadas, botas de lluvia, pañales y 1.000 kilos de alimentos a los municipios de Ensenada, Avellaneda, Berisso y Quilmes.
En Berisso, Defensa Civil movilizó dos micros de alto porte para trasladar más habitantes de la zona debido al avance del río sobre las calles ubicadas cerca de la ribera.
Los evacuados fueron alojados en el Gimnasio Municipal de la comuna. La acción de la sudestada no permitía el descenso de las aguas hacia el Río de la Plata y, por el contrario, provocaba su ingreso hacia a las zonas pobladas. De hecho, en áreas determinadas de Quilmes el agua ocupaba 12 cuadras desde la costa.
En tanto, en la Ciudad las complicaciones arrancaron por la noche. Si bien la máxima crecida del Río del Río de la Plata estaba prevista para esta madrugada, pasadas las 18 el nivel del río estaba en 3,38 metros y había registrado una crecida de 15 centímetros en una hora .
A las 20.30 desde el Ministerio de Espacio Público informaron que los barrios de Núñez y Belgrano, no tenían inundaciones porque estaban funcionando las estaciones de bombeo y se había vaciado a propósito el lago aliviador de Regatas, en el Parque Tres de Febrero, para tener un lugar donde retener el agua.
En la zona ribereña de la Boca estaban funcionando las bombas, además de las defensas costeras.
El único punto por donde entraba agua era por el arroyo Maldonado, que no tiene defensas, a la altura de la avenida Libertador y Dorrego. Allí el agua ocupaba tres carriles y generaba serias complicaciones en el tránsito, en Libertador, desde Callao hacia el empalme con Figueroa Alcorta.
Diego Santilli, ministro de Espacio Público porteño, destacó que el agua ingresó, por acción del viento, por la cuenca del Maldonado, algo que se mantendrá sin solución hasta que concluya la obra los canales aliviadores. “Esta situación es inevitable hasta la finalización de la obra del Maldonado”, agregó el funcionario, quien prevé que la culminación de los trabajos se concrete a mediados de 2011.
En Costanera Norte, si bien se podía circular, el problema eran las olas que llegaban a la avenida producto del fuerte viento, que registraba ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora.
De acuerdo al pronóstico de la crecida, en Espacio Público estimaban que durante la madrugadas también podía haber desborde de agua en Juan B. Justo y Santa Fe , pero sin mayores inconvenientes.
El Servicio Meteorológico pronosticó que la sudestada se mantendrá fuerte hasta la tarde de hoy cuando los vientos roten hacia el este y comiencen a perder velocidad. La jornada también estará marcada por las lluvias, aunque tal cual sucedió no serán de gran intensidad.
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