La intendenta de Barranqueras, Alicia Azula, reclamó ayer que en el contrato de mantenimiento de la hidrovía Paraná-Paraguay se incluya un trabajo permanente en el acceso al puerto de ese municipio, para asegurar que esté navegable los 365 días del año. Ese mantenimiento, de momento, no está dentro de los compromisos asumidos por el gobierno nacional y que se plasmaron en los acuerdos firmados anteayer en Santa Fe.
La jefa comunal celebró los convenios suscriptos y dijo que por fin advierte que hay “una política integrada” para reactivar el puerto, si bien pidió que el gobernador Jorge Capitanich haga cesar la intervención a la administración portuaria y la normalice con un consejo multisectorial.
Una satisfacción
Azula, en declaraciones a FM Universidad, comentó que la firma del convenio del martes en Santa Fe le causó satisfacción. “Estoy sumamente contenta, porque es algo fundamental para nosotros todo lo que tiene que ver con el dragado y señalización de la hidrovía”, que se hará en dos etapas, la primera de ellas entre Santa Fe y la confluencia entre los ríos Paraná y Paraguay.
“Necesitamos que la hidrovía funcione los 365 días del año, que tenga buen calado y que eso nos permita manejarnos más por el puerto de Barranqueras y no tanto por el puerto de Rosario”, dijo.
Sin embargo, marcó que el dragado del riacho Barranqueras sigue siendo a cargo de la provincia, ya que dentro de pliego de mantenimiento de la hidrovía no están los accesos a los puertos de Barranqueras y Santa Fe.
“Es una materia pendiente, pero vamos a seguir gestionando junto con la provincia para que la nación incluya los accesos, y se haga ese trabajo permanente, que tiene un costo importante”, indicó.
La intendenta recordó que “el transporte fluvial tiene dos elementos importantes, que son tener buen calado y poder funcionar permanentemente. Una carga estacionada en el puerto complica el abaratamiento del costo del flete”.
A eso sumó que la conexión del Belgrano Cargas también genera una ventaja que puede posicionar al puerto, pero siempre y cuando la navegabilidad esté asegurada. “Creo que por fin se está trabajando de forma integrada”, valoró.
Buenas condiciones
Cuando se le preguntó si una mayor frecuencia de llegada del ferrocarril no complicaría el movimiento urbano de Barranqueras, dijo que la ventaja de la localidad respecto a otras es que “nuestro puerto es de los pocos que tiene acceso por carretera y por ferrocarril sin afectar el tránsito urbano, cosa que no pasa por ejemplo en Corrientes, donde el puerto está sobre una arteria céntrica, lo que obliga a que los camiones deban esperar afuera de la ciudad para ir ingresando paulatinamente.
Nosotros podemos tener 80 camiones esperando sin que se colapse el tránsito”.
Por eso dijo que “era frustrante ver que se reactivaba al puerto de Corrientes, no porque no lo pueda hacer, sino porque es un puerto que no tiene condiciones ideales y sin embargo lo lograba. Y a nosotros, que teníamos todo, nos faltaba ese toque de coordinación entre nación, provincia y puerto. Por eso ahora estoy contenta de que soplen otros vientos”.
“Cuando escuché a la presidenta nombrar al puerto de Barranqueras, convencida de nuestra potencialidad, me dio esperanza de que se sigan haciendo cosas para que el puerto vuelva a tener el sitio de importancia que tuvo en el país”, expresó.
No más intervención
Además, dijo que “otro factor que nos va a quedar pendiente es terminar con la intervención. El puerto va a tener una política sustentable en el tiempo cuando esté involucrado el municipio, el sector privado y el gobierno provincial en un ente administrador como el que tiene el puerto de Rosario, lo que le da independencia y sustentabilidad, que no está sujeto a la visión del gobierno de turno, sino de los operadores del puerto, de la comunidad y del sector privado en particular”.
La intendenta dijo que habló del tema con el gobernador tiempo atrás y que Capitanich le dijo que pensaba normalizar la administración portuaria.
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