Mientras el huracán Earl continúa su marcha hacia la costa este de Estados Unidos con vientos de 232 kilómetros por hora, miles de personas se van de las costas de Carolina del Norte tras el pedido de las autoridades de que abandonen la zona.
Autoridades estadounidenses dispusieron la evacuación obligatoria de los 30.000 residentes y turistas de las Islas Hatteras en Carolina del Norte. Miles más recibieron la orden de abandonar la Isla Ocracoke, donde el único enlace con el continente es por un servicio de ferry.
El presidente Barack Obama firmó además una declaración de desastre para Carolina del Norte, ordenando ayuda federal para apoyar los esfuerzos de respuesta. Earl provocó además una advertencia de huracán desde la frontera de Carolina del Norte-Virginia hasta Delaware y Massachusetts, incluyendo las turísticas islas de Martha's Vineyard y Nantucket. Además, está vigente el alerta de tormenta tropical en la zona de la Bahía de Chesapeake, en Long Island, Nueva York, y en partes de Nueva Jersey, Massachusetts, Maine, y Nueva Escocia en Canadá.
“Sigue preocupando la posibilidad de que este rumbo, el centro de la tormenta, puede desviarse levemente hacia el oeste y tenga un impacto muy significativo en la franja costera inmediata. Nuestro pronóstico lo mantiene por ahora bien adentrado en alta mar, pero nunca se sabe'', dijo el vocero del Centro Nacional de Huracanes Dennis Feltgen.
Earl, que pasó junto a Puerto Rico el martes, azotó las Bahamas y el este del Caribe con lluvias y fuertes vientos que derribaron árboles, dañaron casas, bloquearon rutas y rompieron líneas del tendido eléctrico a principios de esta semana.
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