Héctor Timerman consideró ayer a los asambleístas de Gualeguaychú que resisten el acuerdo entre Buenos Aires y Montevideo sobre el monitoreo de la planta de UPM (ex Botnia) como un "protestadores constantes". El canciller aseguró que "la mayoría de los vecinos de Gualeguaychú" estaba "de acuerdo con este plan" de control también del río fronterizo, ya que aseguró que "es total y absolutamente a favor del medio ambiente y la vida humana". Y al lamentarse del regreso, este domingo, de cortes en la ruta a Uruguay, señaló que entre los asambleístas de Gualeguaychú había "gente que una vez que se monta en la protesta no puede salir de la protesta, su forma de vida se transforma por la protesta, se convierten en protestadores constantes".
Ante la embestida del canciller, los asambleístas le aclararon ayer que "mientras siga Botnia la protesta será constante" en Entre Ríos y, uno de sus referentes Martín Alazard, insistió en que "la ciudadanía de Gualeguaychú hace muchos años que está movilizada".
Ayer, según el diario El Día, de Gualeguaychú, el gobernador entrerriano Sergio Urribarri recibió a integrantes de la Asamblea Ambiental e informó que iba a pedir una reunión de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) en Paraná. De acuerdo al Día, el asambleísta Jorge García "elevó la inquietud en la comunidad" porque se informó "después del encuentro con el canciller el 4 de agosto" con respecto al plan ambiental "no tuvimos ningún tipo de respuesta".
Anteriormente, en una entrevista radial, Timerman había ratificado que los gobiernos de la Argentina y Uruguay habían dejado "todo en manos de los científicos" y garantizó que no dio "ningún tipo de instrucción" a los dos especialistas argentinos -Juan Carlos Colombo y Guillermo Lyons- que forman parte del comité junto a dos representantes uruguayos.
Timerman repitió ayer que en "60 días va a empezar el control" a través de la colocación de "los instrumentos necesarios" para recolectar la información requerida y se obtendrá "en breve el primer informe sobre cuál es la situación real en términos medio ambientales en cuanto a Botnia".
Según Timerman, la pastera finlandesa "va a ser monitoreada con los métodos más modernos y efectivos que hay para que no contamine, si es que contamina, y para que sea controlada total y absolutamente".
Antes y durante el juicio contra Uruguay ante la Corte de La Haya, el gobierno sostuvo firmemente la tesis de que la planta contaminaba. Timerman se quejó de que los gualeguaychenses "no" reconozcan que el control medioambiental será a todos los establecimientos que vierten al río.
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