El gobierno bonaerense confirmó que continúan evacuadas 450 personas afectadas por la crecida del Río de La Plata y advirtió que persiste el estado de emergencia ante el alerta de una nueva sudestada.
Así lo explicó el gobernador Daniel Scioli durante una conferencia de prensa que ofreció en la Casa de Gobierno junto al secretario General de la Gobernación, Javier Mouriño; y el ministro de Desarrollo Social, Baldomero Alvarez de Olivera.
Mouriño detalló que el parte actual que da el Servicio de Hidrografía Naval "es que están descendiendo las aguas del río", aunque advirtió que "esperamos un nuevo fenómeno de pleamar por lo que probablemente las aguas se mantengan altas".
Sostuvo que ante esta situación, el gobernador "dispuso que continúe el estado de emergencia y alerta en las zonas damnificadas". Agregó que el Consejo Provincial de Emergencia "ha puesto todos sus equipos en funcionamiento" y explicó que se trabaja en "forma coordinada con todos los ministerios".
Mouriño estimó que las condiciones meteorológicas "mejorarán por lo que creemos que el sábado la situación va a estar totalmente superada". En tanto, el titular de la cartera social, Baldomero Alvarez de Olivera, garantizó que la provincia "tiene los elementos suficientes para asistir a los damnificados".
En tanto en la Capital Federal, la crecida del río, la mayor de los últimos 25 años, obligó a evacuar a pobladores de la villa "Rodrigo Bueno", ubicada en la costanera sur a la altura de la Avenida España y Brasil, donde más de 100 familias tuvieron que abandonar sus precarias casas ubicadas a orillas del Río de la Plata.
Numerosas avenidas porteñas de importante de tránsito vehicular se mantuvieron anegadas por la persistente lluvia y las ráfagas de viento. Así se pudo constatar que en las avenidas Sarmiento, Libertador, Carlos Casares y Dorrego el agua estaba al borde de las calles y se hacía dificultoso el tránsito vehicular. Defensa Civil del gobierno porteño dispuso en esos puntos grupos de emergencias y máquinas para succionar el agua sobre las arterias inundadas.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene un alerta por vientos intensos, de entre 45 y 55 kilómetros por hora, al menos hasta el viernes, cuando se produzca una rotación al sudoeste. Los vientos podrán disminuir en forma temporaria, aunque serán acompañados por ráfagas de distinta intensidad, mientras que las temperaturas, al menos hasta el sábado, se mantendrían en niveles inferiores a los 12 grados.
El ministro de Espacio Público y Medio Ambiente porteño, Diego Santilli, afirmó que la situación ya había quedado "controlada", aunque todavía había agua "en Libertador y Dorrego y un poquito en las Cañitas". "La situación está normalizada, el río está bajando, y se pudo resolver sin problemas, la Ciudad está transitable -dijo el ministro-. Por suerte no hubo problemas".
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