Ayer al mediodía, el intendente Miguel Lunghi; el secretario de Obras Públicas, Mario Civalleri; el director de Parques y Paseos, Alejandro Bonadeo; sus pares de Servicios, Lino Fernández, y Vialidad, Guillermo Alassia; y concejales del oficialismo recorrieron las obras que se desarrollan sobre el arroyo Langueyú y conocieron detalles de un ambicioso proyecto de saneamiento.
La propuesta busca desarrollar, en cinco tramos, la limpieza y parquización de las márgenes desde el entubamiento –ubicado sobre Beiró- hasta la Ruta 30. En toda la extensión se generará un amplio espacio verde público que busca erradicar los roedores y los basurales espontáneos, dos de los principales focos de infecciones que han despertado quejas de los vecinos durante años.
El nuevo espacio verde público que se llamará Ribera del Langueyú, demandará por parte de la comuna una inversión que ronda los 300 mil pesos, además del nuevo puente que construirá el Gobierno bonaerense que costará un millón de pesos.
En el marco del convenio firmado con la Dirección de Hidráulica de la Provincia, que aporta la dragalina -máquina para el tratamiento del cauce-, la comuna debe proveer operarios, motosierras, tractores, una camioneta, una pala cargadora, una motoniveladora, camiones, aceites, lubricantes y combustibles.
Una de las estrategias que se busca es “encajonar” el arroyo a través de la parquización para lograr que tenga más caudal cuando las precipitaciones no acompañan. También se pretende evitar que se diseminen los sauces que invaden las márgenes.
En el marco de las tareas, la leña que se extrae de la zona será destinada a la Secretaría de Desarrollo Social, para atender la demanda de las familias que están en situación de vulnerabilidad.
Obra conjunta
Durante la recorrida, el Intendente marcó como objetivo “empezar con un plan de intervenciones integrales que aseguren la limpieza, las condiciones sanitarias y el mejoramiento completo de las márgenes del Langueyú, para facilitar además su mantenimiento a partir de esta importante obra de saneamiento y dragado que se está haciendo en conjunto entre el Municipio y la Provincia”.
La nueva ribera comprenderá una franja de varios metros, cuya extensión dependerá del trabajo de dragado previo que concreta la Provincia. Por parte del Municipio intervendrá la Secretaría de Obras Públicas, con sus direcciones.
Entre los beneficios para la comunidad, Alejandro Bonadeo destacó “el pasar de una zona de interferencia a un lugar empastado”, que garantizará una circulación segura para los habitantes de la barriada, tandilenses y turistas.
Las tareas que se realizarán durante las cinco etapas son el corte y retiro de todos los árboles ubicados a la vera del arroyo, limpieza de la basura, alisado del suelo, implantación de pasto y parquización. Estas medidas están dirigidas a facilitar el mantenimiento periódico del nuevo paseo.
Las etapas que se cumplirán en este camino van desde el puente de la Ruta 226 hasta Labardén; del puente de la 226 hasta Beiró; desde el puente de calle Langueyú hacia Labardén; desde el puente de calle Chapaleofú hasta Circunvalación y desde Circunvalación hasta la Ruta Provincial 30”.
El director de Parques y Paseos adelantó que “luego de realizadas todas las tareas y conformación de esa franja verde a lo largo del arroyo, se irá trabajando con los vecinos de cada zona para consensuar y evaluar la posibilidad de distintas intervenciones a realizar sobre ese espacio verde público”.
A partir del avance de las tareas, el Departamento Ejecutivo planea diseñar estrategias para controlar la formación de basureros espontáneos, ya que el Langueyú es uno de los lugares elegidos para arrojar bolsas y residuos.
Además, la intención es planificar un plan a tres o cuatro décadas que pueda tener sustentabilidad y continuidad en el tiempo, en uno de los pocos tramos de arroyos que muestran a Tandil sus aguas. *
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