El panorama en la zona de la ribera de Quilmes y también en otros barrios un tanto más alejados, como Villa Luján, por ejemplo, era preocupante. La intensa crecida del Río de la Plata, sumado a la sudestada y a la lluvia, generaron inundaciones en los sectores mencionados con las consabidas consecuencias.
Vivir con el agua en los pies las 24 horas, durante dos días, sabiendo que posiblemente sean un par más, es terrible.
También se sabe que la mayoría de los vecinos de la zona son de condiciones humildes, sin mayores recursos, por lo que la inundación los afecta aún más.
Si con el agua alta no bastara, los vecinos de la zona padecen desde las 21 del miércoles la falta de luz, con todos los trastornos que esto conlleva. "Más allá de la comida y las cosas de la heladera que se echan a perder, los chicos la pasan re mal. No pueden ir a la escuela porque para llegar tienen que ir con el agua hasta las rodillas y no quiero que se enfermen. Y encima, no pueden ver tele o distraerse con los jueguitos", comentó una mamá de Yoldi y Humberto Primo, donde el agua pasó el metro de altura en la madrugada y estaba estancada en los 70 centímetros.
La circulación vehicular por la avenida Otamendi, hasta entradas las horas de la tarde, finalizaba obligatoriamente en el monumento al Indio Kilme. El agua que desbordó del río llegó hasta allí, casi unos 500 metros de la costa. Incluso los colectivos de línea que por allí transitan no llegaban a las terminales.
Otra cosa que llamó la atención en la zona fue la presencia de varios pescados, que seguramente llegaron allí con la creciente y que, al retroceder las aguas, quedaron varados, dándole un tinte aún más dramático a la situación, de por sí, lamentable.
Yoldi, imposible
Otra de las calles que estaba intransitable durante la jornada de ayer era la avenida Yoldi. Si bien se podía ingresar desde Otamendi entre cuatro o cinco cuadras, era imposible seguir adelante. En tanto, intentar entrar por Iriarte, era más complicado aún debido a que la ex España tenía mucha aguas desde la autopista misma. Y a la altura de Yoldi, que está más baja, superaba el metro de altura.
Solamente las camionetas de la Municipalidad o de Defensa Civil se metían por la zona acarreando botes para continuar, al menos hasta pasado el mediodía de ayer, evacuando algunas de las familias que no habían abandonado sus hogares.
Como se mencionaba, la avenida Isidoro Iriarte (ex España), tenía agua desde la costa hasta la autopista. Mínimamente, llegaba a la altura de los cordones, aunque por sectores, superaba las veredas.
La zona de la villa La Autopista (lindera con la autovía Buenos Aires-La Plata) como así también el barrio Villa Luján, entre otros, también padecieron los efectos de la sudestada y de la lluvia.
El agua arriba del medidor
El titular de la delegación Quilmes de la Prefectura Naval Argentina, Ricardo Oviedo, aseveró que "el agua llegó a los 3,70 metros alrededor de la medianoche del miércoles, y por la mañana de hoy (ayer) estaba en los 2,10 y en forma estacionaria, con tendencia a la baja. El inconveniente que se advierte es que en continúa el viento sur-sudeste, con tendencia a virar al este, y está empujando una pared de agua".
Para describir la magnitud del fenómeno, el prefecto explicó que "en el momento de la mayor crecida nos quedamos sin escala porque el agua superó la normal, llegando a esos 3,70 a la medianoche".
Oviedo explicó que el trabajo que realizan, lo coordinan con Defensa Civil. "Nosotros coordinamos las acciones e informamos a los efectos de las eventuales evacuaciones".
Y recordó que fenómenos de este tipo se dieron tres en un corto lapso: el 6 de julio, el 13 de agosto y ahora el 1 de septiembre.
"La crecida fue muy rápida", dijeron desde Defensa Civil
El director general de Defensa Civil de la Municipalidad de Quilmes, Néstor Guglielmino, dejó entrever una luz de esperanza a los vecinos de las zonas afectadas por la inundación a causa de la crecida del Río de la Plata, potenciada por la sudestada y las lluvias, lo que generó que haya más de 300 personas evacuadas en el distrito.
"La situación está tendiendo a normalizarse. El agua ya bajó notablemente, entre 50 y 70 centímetros que podemos ver por las marcas en la paredes. Así y todo, continuaremos con los patrullajes y realizaremos algunas evacuaciones más, dos o tres familias a lo sumo", expresó el titular de Defensa Civil.
Hacía muchos años, más de 25, que el río no salía tanto ni con tanta rapidez. Y si las cosas no fueron peores, fue por el accionar veloz de las autoridades y el conocimiento de la situación: "teníamos los registros de que la cosa iba a ser así. Siempre se dice que llegará alto pero rara vez se dé, aunque esta vez pasó. Estaba todo previsto y veníamos avisando desde el mediodía del ayer (miércoles), pero lo que complicó un poco es que subió muy rápido".
Por su parte, el subsecretario de Servicio Públicos comunal, Jorge Gutiérrez, señaló que "venimos abocados a la tarea desde ayer (miércoles) junto con gente de la delegación de la Ribera para paliar la situación. Recorrimos toda la zona y pudimos evacuar a más de 250 vecinos de manera normal (todos ellos están en el club Sarmiento). Hubo algunos que por seguridad se quedaron en sus casas, pero fuera de peligro por el agua".
En Solano
No sólo la ribera quilmeña generó preocupación sino también la zona de San Francisco Solano, ya que los arroyos que atraviesan esa localidad desembocan en el Río de la Plata y, con la creciente, la sudestada y las lluvias, los arroyos no drenan.
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