Un informe presentado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hace pocos días destaca que el fenómeno de “La Niña” alcanzará un desarrollo superior al previsto inicialmente por los especialistas para la campaña agrícola 2010-2011.
En lo que hace a los riesgos, se destaca una baja incidencia de tormentas severas, con granizo y vientos en la región pampeana, la región del Chaco y la Mesopotamia, pero elevado riesgo de esta adversidad en el NOA y Cuyo y el norte de la Mesopotamia, donde su presencia podría ser elevada.
Asimismo, se adelanta una moderada incidencia de heladas tardías (primavera de 2010) y moderada a alta incidencia de heladas tempranas (otoño de 2011), como así también excesos hídricos en el NOA y norte de la Mesopotamia.
En tanto, el informe también hace referencia a la posibilidad de que hay una incidencia de moderada a alta de sequía en el margen occidental de la región pampeana y la posibilidad de incendios de campos en el oeste de la región pampeana y el este de Cuyo.
Según explicaran los especialistas, en el centro y el este de la región pampeana, la Mesopotamia y el este de la región del Chaco, “el proceso agroclimático que tuvo lugar durante la campaña 2009/2010 dejó reservas hídricas que permitieron condiciones favorables para la implantación de la cosecha fina 2010 y, si se las administra con cuidado, facilitarán la siembra de la gruesa 2010/2011”.
En cambio, el panorama para el oeste de la región pampeana y el oeste de la región del Chaco es de cuidado, “ya que están empezando la campaña con reservas hídricas escasas, siendo difícil que las precipitaciones que se esperan durante los próximos meses sean suficientes para reponerlas”.
Por su parte, el NOA y Cuyo atravesarán una temporada con precipitaciones superiores a lo normal, pero que serán acompañadas por un elevado riesgo de tormentas severas, con granizo, vientos, con peligro de desbordes de los ríos, inundaciones y deslizamientos de tierras.
“Además, se presentará el riesgo de que las actividades productivas de la campaña 2010/2011 consuman el agua disponible en gran parte del área agrícola, dejando una situación final en la que predominarán los déficits hídricos, complicando el inicio de la campaña siguiente”, sostiene el informe de la Bolsa de Cereales porteña.
En base a ello, los técnicos aconsejan diseñar un planteo productivo acorde con la situación de partida y la evolución prevista, a fin de lograr los mejores resultados posibles y arribar al inicio de la campaña 2011/2012 con reservas suficientes como para poder llevar a cabo la implantación de los cultivos de invierno de esa temporada. “En caso de que la evolución de los próximos meses confirme la posibilidad de que la campaña agrícola 2011/2012 observe los efectos de un segundo episodio consecutivo de “La Niña” será conveniente prever medidas para mitigar los efectos de esta contingencia”, concluyeron.
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