Los productores lo saben, y lo sufren. También lo padecen las comunidades y pueblos. Deficiencias en caminos y ferrocarriles, pero también servicios básicos como agua, electricidad, gas o cloacas, constituyen uno de los principales problemas que año a año empujan a cientos de personas a migrar de los pueblos a los grandes centros urbanos. El crecimiento en estos aspectos será de vital importancia para un país extendido en su geografía pero no en la disponibilidad de recursos.
“Es necesario vincular a la infraestructura con las cuestiones sociales”, dijo el director de la Fundación de Investigaciones Económicas de Latinoamérica (FIEL), Fernando Navajas. Estimó que para avanzar hacia el escalón siguiente en el ranking mundial de posicionamiento en materia de infraestructura se requiere pasar del histórico 4% del PBI anual al 6% durante la próxima década.
“Los argentinos tendrán por delante el desafío monumental de cambiar nuestra matriz energética porque somos el país más gasífero del mundo después de Rusia, pero los rusos tienen reservas para 80 años, mientras que nuestras reservas se agotarán en menos de diez años”, enfatizó.
Un tema importante a tener en cuenta es el del dinero que se necesita para poder llevar adelante las inversiones en servicios. “Las obras de infraestructura cuestan dinero y hay que pagarlo, pero para ello son necesarias tasas de interés razonables y lograr que el costo directo de las licitaciones y convocatorias sean bajos”, dijo.
Aunque opinó que el dinero no tiene que salir sólo de créditos sino que también requiere de un importante sacrificio fiscal, así como también tener en cuenta que no es algo que se haga de un día para el otro.
Para diagnosticar la situación de lo que ocurre en infraestructura, mencionó “lo que ocurre con el área de saneamiento, en donde hemos encontrado el camino correcto pero vamos lentos y tenemos una brecha en servicios básicos. Un ejemplo, en el que estamos lejos de encontrar el camino pero podríamos acercarnos, es la forma de evitar cuellos de botella en las actividades productivas como son las rutas y los ferrocarriles”, dijo.
Además, se refirió al área con un panorama más preocupante: “En materia energética no hemos encontrado el camino y estamos lejos de hacerlo, porque nos comimos el capital, carecemos de un plan a 20 o 30 años y los recursos están siendo bastante mal gastados”.
Finalmente, hizo hincapié en la importancia de “los cuadros técnicos del Estado, para diagramar y plasmar una politica de largo plazo”.
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