Pasó lo peor, el río bajó a sus cauces normales, pero aún quedan los resabios de lo que fue una de las crecidas más rápidas y grandes en la ribera local, algunos aledaños la comparan con la ocurrida en 1994 o años atrás, en 1984. El fenómeno fue tan significativo que se produjeron desbordes en Tigre, Punta Lara, Magdalena, la costanera porteña, entre otros.
Luego de la crecida, desde Defensa Civil, la Subsecretaría de Servicios Públicos y la Delegación ribereña recorrieron la zona para trabajar en tareas de limpieza y recuperación del espacio para volver a ubicar a los vecinos. Una de las máximas preocupaciones es la electricidad y la humedad que queda luego de la bajante, así como animales (serpientes, nutrias, ratas entre otros) que salieron con el río.
De a poco los colectivos volvieron a circular por Otamendi y Cevallos, aunque estas presentaban algunas zonas anegadas (principalmente la Avenida España y algunos sectores de Yoldi) sabiendo de la topografía en forma de palangón que provoca que el agua tarde más en drenar naturalmente.
Según el titular de la Prefectura Naval Quilmes, Ricardo Oviedo, "la altura del río es de 93 centímetros en baja aunque seguirán las lluvias, lo que hará que tarden más en drenar las calles y que vuelva todo a sus caudales normales". A la hora de analizar el fenómeno, Oviedo explicó que se dieron varios factores "además de la pleamar vinieron los vientos que soplaron desde el sur sureste permanentemente durante dos días entre 40 y 50 kilómetros. Lo máximo que subió en la ribera de Quilmes fueron 3,75 metros".
Por su parte, el titular de Defensa Civil, Néstor Guglielmino, destacó que "aún queda un poco de agua que va a ir bajando pero ya se hace transitable para los vehículos más altos" aunque recomendó "no ir a la zona de la ribera si no es indispensable" y aseguró que "aunque los arroyos están altos no hay peligro de desborde".
Evacuados
A su turno, el subsecretario de Inclusión y Emergencia Social, Enrique Castro, señalaba en la tarde de ayer que quedaban unos 180 evacuados en el Club Sarmiento, en su mayoría niños y algunos ancianos.
"Cuando ven que no hay peligro la gente quiere volver a sus viviendas", explicó el funcionario, quien destacó que "aunque nosotros les recomendamos que se queden, ya que los vamos a atender hasta que se vaya el último evacuado y se recuperen las condiciones para habitar la zona ribereña".
Castro aseguró que "están dadas todas las condiciones para atender a los vecinos" y señaló que "están cubiertas las necesidades de colchones, vestimenta y comida. Hay varios vecinos que solidariamente se han acercado a colaborar aquí en el club, pero la municipalidad tiene la situación bajo control" y que "de a poco van a ir volviendo a sus viviendas, cuando notemos que están dadas las condiciones".
Ropa y alimentos
Por otra parte, desde la Cámpora Quilmes están recolectando ropa, calzado y alimentos, entre otros elementos que les serán se suma utilidad a los vecinos de la ciudad que están inundados. Las donaciones las pueden llevar a Humberto Primo e Yrigoyen y en Vélez Sarsfield y 12 de Octubre, de 9 a 20.
Daños en el Pejerrey
Por su parte, desde el Pejerrey Club se mostraron acongojados por la situación y los graves daños que sufrió la tradicional institución de la ribera local.
Según explicó su titular, Hector Mobilia, "el parque quedó destrozado, se socavó una planta cloacal y el agua rompió portones, alambrados y hasta una rampa de acceso".
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