Los vecinos de Gualeguaychú volvieron a protestar ayer en la Ruta 136 que une la Argentina con Uruguay, en rechazo al funcionamiento de Botnia y en reclamo de acciones concretas para demostrar que la pastera contamina.
Tal como lo habían resuelto días atrás, los ambientalistas se movilizaron en una caravana hacia el paraje de Arroyo Verde y una vez allí leyeron una proclama en la que reiteraron: «Mientras Botnia-UPM siga allí envenenando nuestra región, el conflicto seguirá abierto», y denunciaron que el monitoreo binacional que se inicia en estos días «es para que Botnia se quede».
Decenas de efectivos de Gendarmería Nacional al costado de la ruta, dos camionetas y un helicóptero de la fuerza siguieron de cerca los movimientos de los vecinos, que llegaron desde la ciudad, ubicada 20 kilómetros al Sur.
La protesta, que se reeditará todos los domingos de setiembre, si bien derivó en un virtual bloqueo de la ruta durante el momento en que deliberó la Asamblea, no se constituyó orgánicamente en piquete en el paso. La decisión de los manifestantes tiene su explicación: temen que el Gobierno les inicie nuevas causas judiciales, como las que ya tramitan contra una decena de ellos en los tribunales federales de Concepción.
En resumen, la Asamblea denunció que el monitoreo acordado entre los gobiernos de la Argentina y de Uruguay «iguala a la ilegal a la empresa ilegal Botnia con otros emprendimientos al margen del río», y disparó que el plan binacional «no resuelve el conflicto, es discontinuo y no cumple con la sentencia impartida a los estados por la Corte de La Haya».
Reiteraron la necesidad de «aplicación del Código Aduanero y el control de los camiones que transitan por Ruta 14 y de los buques que navegan por el río Uruguay con sustancias peligrosas desde y hacia el puerto ilegal de Botnia-UPM» y «la difusión masiva e intensa en el sistema oficial de información pública de todas las pruebas presentadas ante La Haya que ya demuestran la contaminación de Botnia, permitiendo a los integrantes de los equipos técnicos de las universidades de Buenos Aires y de La Plata que difundan todo lo argumentado y presentado ante la opinión pública y ante toda la comunidad científica».
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