Gualeguaychú retomó ayer la protesta contra la instalación de la pastera UPM, ex Botnia, tras la tregua de dos meses que habían dispuesto para permitir que los gobiernos de Argentina y Uruguay acordaran un monitoreo conjunto del río fronterizo. Más de 700 asambleístas cortaron ayer durante casi dos horas la ruta que comunica con Uruguay para cuestionar ese acuerdo binacional de monitoreo, que se está poniendo en marcha y que incluirá no sólo a UPM, sino a todas las empresas situadas en ambas márgenes.
Los manifestantes se concentraron a media tarde al costado de la ruta, en el paraje Arroyo Verde, hasta que a las 16.30 decidieron interrumpir el tránsito en la carretera para leer una proclama y luego realizar la habitual asamblea de los domingos. Los habitantes ratificaron que continuarán las concentraciones en la ruta durante todos los domingos de setiembre, y decidieron ampliar la protesta en las próximas semanas con movilizaciones a Plaza de Mayo, la Embajada de Uruguay y Fray Bentos, donde está emplazada la pastera.
Uruguay prohibió la realización de manifestaciones contra la fábrica en su territorio, pero los ambientalistas se proponen organizar allí charlas de "concientización" sobre la contaminación que, afirman, está causando la planta finlandesa.
La medida, dijeron, se realizará como rechazo a las declaraciones del canciller uruguayo, Luis Almagro, quien aseguró que es "impracticable" la relocalización de UPM.
La Asamblea, por medio de la proclama que leyó Paola Robles, advirtió a los gobiernos de ambos países que está "en sus manos" finalizar el conflicto y se quejaron por la judicialización de la protesta iniciada en junio por el Gobierno Nacional.
Imagen: Hubo corte y además una concentración de vecinos al costado de la ruta, en el paraje Arroyo Verde
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