El control interno de la pastera UPM (ex Botnia) a cargo del gobierno y el seguimiento de la contaminación del aire en la zona son los principales reclamos de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, cuyo integrantes volvieron a cortar ayer el puente General San Martín.
En la proclama que leyeron sobre la ruta internacional 136, los ambientalistas destacaron una serie de cuestiones sobre las cuales -aseguraron- “tras más de dos meses” todavía no hubo novedades de parte del gobierno de Cristina Kirchner.
Entre las más importantes figuran los “controles dentro de la planta de Botnia-UPM y en el río Uruguay, de conformidad al mandato de la sentencia del 20 de abril de 2010 de la Corte de La Haya y al artículo 44 del Estatuto del Río Uruguay”.
“Solamente obtuvimos el anuncio de un monitoreo que iguala a la empresa ilegal Botnia con otros emprendimientos al margen del río, plan que no resuelve el conflicto, que es discontinuo en la recolección de pruebas y que no cumple con la sentencia impartida a los Estados por la Corte Internacional de La Haya”, remarcaron los asambleístas.
El reclamo por la contaminación del aire -además del agua del río Uruguay- también está entre los principales pedidos, ya que los ambientalistas quieren “conocer a qué fueros recurrirá el Gobierno para plantear ese reclamo”, además del “impacto socio-económico en la región provocado” por la pastera instalada en Fray Bentos.
“Con respecto a este punto la doctora (Susana) Ruiz Cerruti les ha respondido claramente a nuestros abogados, que si bien existen instancias donde hacer presentaciones, no cuenta hasta el momento con la decisión política de hacerlo”, cuestionaron los entrerrianos, en relación a la asesora legal de la Cancillería.
En la lista de pedidos también se destacan “la aplicación del Código Aduanero y el control de los camiones que transitan por ruta 14 y de los buques que navegan por el Río Uruguay hacia el puerto ilegal de Botnia-UPM”; y “la difusión masiva en el sistema oficial de información pública de todas las pruebas presentadas ante La Haya que ya demuestran la contaminación de Botnia”.