Tan cierto como que el gobierno municipal es quien marca los destinos de una comunidad, es que los vecinos son, como base constitutiva primordial y al fin de cuentas, los que hacen al Estado en su forma más pura y concreta. Por eso es que, aunque parezca imposible y hasta surja de forma negativa para muchas observaciones, hay ejemplos de asociaciones que dan fe de ello y que bien podrían extenderse a otros ámbitos de la convivencia social.
Este es el caso del programa "Municipalidad-Vecinos", que se lleva adelante en 25 de Mayo desde hace largo tiempo y específicamente para la ampliación de la red de cloacas, donde entre el aporte financiero de la gente -que se destina a la compra de materiales- y la mano de obra puesta por el Ente comunal, se ha podido brindar este servicio a numerosos barrios de la planta urbana.
Gracias a este sistema, los vecinos domiciliados sobre calles 27 y 28 entre 4 y 104 actualmente pueden contar con los desagües cloacales, poniendo fin a un histórico reclamo que encontró a jefes comunales de diferentes banderías políticas. "Desde hace más de 30 años intentamos que nos trajeran la obra, presentamos notas y otras se publicaron en el diario, pero siempre había algún impedimento. O porque no teníamos planta depuradora, porque había otras prioridades, o porque no había fondos suficientes".
Así recuerdan Mabel Altuna y Ricardo Loza, dos de los residentes en el barrio, las interminables peticiones, que siempre terminaban con un carro atmosférico para vaciar los pozos domiciliarios. Pero una solución de fondo, nunca... "Hablamos con Mariano Grau antes de que dejara el Municipio, y en una reunión que mantuvimos en el Taller Protegido, junto a sus funcionarios nos dijeron que la única forma viable para instrumentarlo era si formábamos un consorcio, a través de la asociación Municipalidad-Vecinos".
"Nos pareció fantástico, y así conformamos un grupo de ‘manzaneros’ (junto a Guillermo Cáncer, Aníbal Ramírez, María Teresa de Herrera, entre otros) para comenzar a hablar con toda la gente que estaba involucrada en el proyecto", señalaron. "Entre nosotros realizamos toda la gestión administrativa de la obra, e inicialmente contamos con cerca de 100 beneficiarios, de los cuales un 20 por ciento terminó desistiendo. Pero entre los demás comprometidos conseguimos aportar lo necesario para concretar la obra".
"Teníamos temor de no llegar a reunir los fondos necesarios, pero se consiguieron abaratar algunos costos y finalmente nos sobró dinero, tras una inversión que rondó los 77.000 pesos", señalaron. "Lamentablemente se devolvió plata a los vecinos donde no se pudo hacer la obra por problemas en el nivel de las calles (en 26 entre 103 y 104), pero se trató de un problema que nos excedía. Y con el remanente hicimos una donación al Taller Protegido que siempre nos facilitó las instalaciones, y el resto se devolvió a cada uno de los vecinos, que terminaron invirtiendo cerca de 800 pesos, algunos de contado y otros adhiriendo a un plan de pagos gestionado a través de la Cámara de Comercio".
"Hoy tenemos sistema de cloacas (la obra comenzó a desarrollarse en septiembre del 2009 y quedó terminada, salvo algunos puntos donde no se pudo hacer la conexión, a principios de este año) y para nosotros es algo increíble, después de haber pasado tantos años reclamando el servicio y sin tener una respuesta positiva", subrayaron. "Fue una cuestión que nos urgía y preocupaba desde hace mucho tiempo, que para la mayoría de las familias instaladas en la zona era algo de primera necesidad". |
|
|