En un clima enrarecido por la presión atribuida a las mineras y el alboroto que harán los grupos ambientalistas, el Senado debatirá hoy la revisión del proyecto de protección de glaciares que hizo Diputados para ser llevado al recinto mañana con el fin de convertirlo en ley .
Las incógnitas son dos: si finalmente la Comisión de Ambiente que preside el kirchnerista Eduardo Torres le da dictamen y, de ser así, si el kirchnerismo sumará sus votos a la oposición para aprobar el texto que viene de la Cámara Baja - similar al que vetó Cristina en el 2008 - o pelea por ratificar el que salió de la propia Cámara Alta el año pasado. La diferencia central es que el de Diputados amplía a la zona periglaciar (aledañas a los glaciares y en la que existan reservas de agua) la veda para la actividad de industrias contaminantes, como la minera o la petrolera.
La organización ambientalista Greenpeace colocará hoy frente al Congreso, en apoyo del proyecto de la Cámara Baja, que impulsó Miguel Bonasso (aliado a Pino Solanas) con respaldo del arco anti K, una gigantesca masa de hielo que se irá derritiendo a medida que pasen las horas. Lo paradójico es que ese texto es ahora también apoyado por un sector de senadores K, encabezados por Daniel Filmus. El ex ministro bajó su pretensión de ratificar el proyecto votado en el Senado, del que fue autor, y asegura que respetará el acuerdo al que llegó con Bonasso, pese a que el bloque de diputados oficialistas a último momento lo boicoteó.
Los kirchneristas que apoyan el texto original del Senado se basan en los reclamos de las provincias cordilleranas para tener margen de negociar las inversiones . De hecho, representantes de esos distritos -que ya tienen leyes provinciales de protección laxa de los glaciares- irán hoy a defender su propuesta al Senado. Otros K temen quedar pegados al lobby de las mineras.