El superintendente general del Departamento Provincial de Aguas (DPA), Horacio Collado, aseguró que los vuelcos de camiones atmosféricos provenientes de Villa La Angostura (Neuquén) a la planta depuradora del sistema centralizado de Bariloche fueron aceptados por la Cooperativa de Electricidad (CEB) sin autorización del organismo a su cargo, por lo cual solicitó el cese de esos aportes de líquidos.
En cuanto al denominado “antiguo emisario” o “emisario Vereertbruggen” (que es una cañería que permanece inhabilitada en forma permanente), Collado confirmó que el DPA contratará a un profesional para tareas de buceo para realizar una inspección visual, con tomas de fotografías y un informe técnico.
Collado informó de esa manera, en agosto pasado, a un requerimiento oficial de datos por el vertido regular de efluentes cloacales sin tratamiento hacia el lago Nahuel Huapi, por parte de la CEB. Ayer, la nota del funcionario llegó a algunos despachos gubernamentales.
En julio pasado, el representante técnico del servicio de Saneamiento de la CEB, Horacio Fernández, comunicó al DPA que la recepción y tratamiento de los efluentes cloacales transportados por camiones atmosféricos desde Villa La Angostura “se han realizado sin la firma de ningún convenio específico, ajustándose la operatoria, en términos del régimen tarifario, a lo dispuesto por el contrato de concesión en lo concerniente a la descarga de vehículos atmosféricos.
De acuerdo a los registros de la empresa y en función del origen declarado por los transportistas, según Fernández, el servicio se presta desde mayo del 2001.
También comunicó que el derivador localizado sobre la margen izquierda del arroyo Ñireco, construido en ocasión de la limpieza del colector principal entre ese punto y la planta depuradora, llevada a cabo por la CEB, funciona como aliviador durante eventos en los que se registran colapsos u obstrucciones hidráulicas en la cañería máxima.
Esos hechos pueden producirse, según Fernández, cuando se registran lluvias significativas, incluso días después, por el ingreso de aguas de origen no cloacal (pluviales o vertientes) en la red distribuida en la zona en la que se brinda cobertura de desagües cloacales.
También por taponamientos hidráulicos ocasionados en la red cloacal, aguas debajo de ese infraestructura, como en la estación elevadora de la planta depuradora, en este último caso por inconvenientes con los equipos de impulsión instalados y, además, por tareas programadas de mantenimiento en la red o en la planta.
Del denominado “antiguo emisario”, Fernández dijo que se trata de una cañería que está inhabilitada permanentemente, excepto durante la realización de trabajos específicos que pudieran ser efectuados en la cloaca máxima o en la planta, como al limpieza del colector principal.
“Las instalaciones existentes no permiten una operación sencilla ni rápida de las mismas, de modo tal que pudieran ser operadas durante eventos de lluvias importantes, requiriéndose en tal hipotético caso del uso de maquinaria pesada para remover los dispositivos que impiden el vertido de efluentes a través de emisario”, destacó Fernández.
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