Los trabajos son intensos en la zona de Acantilados, al sur de Punta Mogotes, en el marco de la realización de caminos secundarios, vías de acceso, entre otras tareas preliminares y complementarias a la obra de defensa costera que se llevará a cabo en ese sector.
Según está previsto allí se realizan rompeolas aislados sobre el fondo del mar, para evitar que durante las tormentas el mar avance y erosione el sector costero.
En una primera etapa y como plan piloto, la obra sumergida tendrá una extensión de un kilómetro. Pero si su funcionamiento es exitoso, se replicarían "hacia el norte". Así lo indicó ayer en diálogo con este medio el presidente del Ente municipal de Obras y Servicios Urbanos (Enosur), Manuel Regidor. Es que como se trata de una obra con tecnología que hasta el presente no se había utilizado en nuestro país, funcionará como una prueba piloto, sobre la que se evaluarán resultados. Se espera que en dos años se recuperen entre 50 y 70 metros de playa.
El funcionario recordó que desde hace unos 20 días se están realizando las tareas preliminares de la obra, mientras avanza en la provincia el proyecto ejecutivo definitivo de esta obra de 43 millones de pesos. "Es una obra que requiere rampas, caminos de servicio", indicó.
Además adelantó que para llevar la piedra al lugar en el que deberá ser depositada (a 200 ó 250 metros de la costa), tienen que realizarse "caminos geotubos, rellenos con arena". Una vez terminada la tarea "se deja escapar la arena y los tubos se retiran".
"Es una obra que no tiene vinculación directa con la costa, será neutra respecto de la deriva litoral, es decir que no va a producir retención de arena que afecte la costa hacia el norte", explicó Regidor, agregando que por eso, además del rompeolas, la obra "se complementa con relleno artificial de arena".
"La obra impide que las tormentas dañen la playa y la socaven, sin interrumpir la deriva", apuntó.
Si bien el proyecto original era de dos kilómetros, "la autorización es para un primer tramo de un kilómetro", reconoció el presidente del Enosur. De todas formas aclaró que "si la experiencia es exitosa, podrá repetirse y replicarse".
Vale recordar que esta obra fue acordada a principios de este año, luego de varios años de gestiones. De todas formas, los rompeolas o arrecifes sumergidos que se ejecutarán no estaban previstos originalmente en el proyecto.
En 2004 vecinos y comerciantes de la zona sur de la ciudad empezaron a quejarse por el avance de la erosión costera, que ya había hecho desaparecer varios balnearios.
Después de varias negociaciones, la Municipalidad y la Provincia anunciaron un proyecto a concretarse con fondos aportados por el Gobierno nacional. Pero el plan fracasó. Cuando asumió, el intendente Gustavo Pulti busco reflotar la obra pero se encontró con que una organización de surfistas había presentado un recurso de amparo para que en lugar de rompeolas se hicieran arrecifes sumergidos. Ninguna de las empresas que se habían presentado en el llamado a licitación habían ofrecido esta posibilidad, dado que no podían ofrecer garantías con ese sistema.
Pero la ONG llevo un reclamo a la Organización Provincial para el desarrollo Sustentable (OPDS) y aprobó esa tecnología al comprobar que no existía riesgo de impacto ambiental negativo.
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