La investigación interna de BP revela que fue una tormenta perfecta de errores, desperfectos mecánicos y fallas de diseño lo que el 20 de abril provocó el accidente en el Golfo de México donde murieron 11 personas y resultaron heridas otras 17.
El informe, que tiene 193 páginas, brinda una rica y devastadora descripción de los acontecimientos vividos en la plataforma petrolífera aquella noche y de las asombrosas fallas en la gestión de seguridad.
Casi cinco meses después de esa explosión, el informe de BP identificó ocho factores críticos que fallaron simultáneamente. Si sólo uno de ellos no hubiese existido, el resultado de la tragedia de Deepwater Horizon podría haberse evitado o haber sido menos seria, indicaron los investigadores.
Los factores incluyen el tipo de cemento utilizado en su construcción –que no era el adecuado–, la interpretación equivocada de los resultados de una importante prueba de presión y las válvulas defectuosas que no detuvieron el escape de petróleo y gas. Si bien BP admite que sus ingenieros deberían compartir parte de la responsabilidad, el informe traslada también el peso de la culpa a sus contratistas: especialmente Transocean, propietaria y operadora de la plataforma, y Halliburton, compañía responsable de la construcción del pozo.
De acuerdo al informe, el primer factor crítico fue la selladura de cemento que falló, y en ese caso Halliburton es duramente criticada. “Hubo puntos débiles en el diseño y pruebas de cemento, de seguridad y la evaluación del riesgo”, asegura el documento.
Transocean recibe las mayores críticas. La tripulación de la plataforma de Transocean y los líderes de BP apostados en el lugar interpretaron mal una “prueba de presión negativa” que se llevó a cabo para verificar la barreras mecánicas, indica el informe. Ambas partes “llegaron a la equivocada conclusión” de que la prueba había sido un éxito y el pozo era seguro”, continúa el documento.
Sin embargo, Transocean también era el responsable del sistema de prevención de derrames (BOP, por sus siglas en inglés), pero este artefacto también falló, lo que permitió durante meses el vertido incontrolado de crudo al mar. Según el informe, el BOP “falló al ponerse en funcionamiento, probablemente porque tenía dañados algunos de sus componentes”.
El equipo de BP señaló que no encontraron “ninguna indicación” de que Transocean había verificado en el BOP la función automática de corte antes de su instalación en la plataforma Deepwater Horizon.
Y afirmó que se habían detectado previamente problemas de mantenimiento, incluyendo los propios registros de Transocean desde 2001 hasta 2010.
En base a sus hallazgos, los autores de la investigación establecieron 25 recomendaciones para prevenir nuevos accidentes como éste, que BP dijo estar examinando para aplicar en todas sus operaciones a nivel mundial.
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