Los concesionarios del perilago del dique de Ullum se enfrentan a lo que puede llegar a ser una de las peores temporadas de los últimos años: el río San Juan traerá el más pobre caudal en 5 años -producto de una escasa nevada en la cordillera- y debido a que avecina una pronunciada baja del nivel del lago, las playas que son el principal punto de encuentro de los amantes del verano tendrán que cerrar hasta un mes antes que los años anteriores. En épocas normales la temporada de playa en el perilago se extiende de noviembre a marzo. En el 2008 y 2009 -años en los cuales también hubo escasez de agua pero menor-, la temporada se acortó un mes y cerraron en febrero. Los concesionarios consultados ayer calcularon que este verano las playas "aguantarán" sólo hasta fines de enero. Eso significará el fin de la temporada para aquellos clubes que no cuentan con infraestructura de camping y piletas. Ante ese panorama algunos ya replantean inversiones, que incluyen construir piletas cuando llegue el momento de tener que prohibir a la gente bañarse porque el agua se alejó demasiado de la costa.
El dato se conoció ayer tras una reunión que mantuvieron el martes por la noche los integrantes de la Cámara de Concesionarios del perilago, con el titular de Hidráulica, Jorge Millón, y el titular de Recursos Energéticos, Antonio Soler. Los empresarios invitaron a los funcionarios para establecer qué harán el verano.
"Sabíamos que iba a faltar el agua, pero queríamos tener una información acabada para poder planificar la temporada. Y el pronóstico es malo, tirando a fines de enero el dique estaría en niveles tan bajos como los de fines del año pasado", se lamentó Enrique Daroni, concesionario de Costa Magna. "Nosotros les dijimos que en setiembre es difícil hacer una estimación precisa, pero va a ser un año complicado", explicó Soler.
Ante la mala noticia los concesionarios ayer anticiparon algunas acciones. Daroni dijo que piensan en instalar una pileta y también cerrar a fines de enero. Además, en lugar del plan de inscripción de socios por la temporada largarán un talonario de entradas anticipadas "porque ante el riesgo de que no haya agua no queremos quedar mal con la gente".
Pablo Ruiz, del complejo de la Universidad Nacional, anticipó que "no habrá lanzamiento de temporada ni logística de playa (contratos de guardavidas, boyado, etc) porque calculamos que a fines de diciembre vamos a tener el agua muy lejos". "Vamos a tener que cerrar la playa, y si bien tenemos una pileta con pozo de agua para zafar, todo dependerá de la napa freática", agregó, sin descartar tener que recurrir a camiones tanque para el llenado.
En sintonía, Carlos Rodriguez, de Palmar del Lago, dijo que la temporada iniciará normal "pero cuando el agua se aleje demasiado se prohibirá el ingreso a la playa". Agregó que "el acampe y la sombra es el fuerte de nuestro club. Además tenemos una pileta, con un pozo muy profundo", dijo enumerando las fortalezas del complejo.
Por su lado, Pablo Bazza, de Del Bono Beach, dijo que la falta de agua puede afectar a los servicios del complejo, desde el llenado de sus tres piletas de natación, como también la provisión en el alojamiento; pero que a pesar de eso la firma ha decidido continuar con el plan de inversión y con la comercialización para nuevos socios. "Tenemos la expectativa de que de que hasta febrero se pueda continuar disfrutando del dique, esperemos que se cumpla", dijo. Agregó que se invertirá $1 millón hasta abril del 2011 "para mejoras en alojamiento e instalaciones eléctricas, parquización, reinstalación de una nueva boca de toma de agua en el dique y búsqueda y perforación de un pozo de agua".
Los últimos veranos
Los últimos dos veranos, en que también faltó agua, los concesionarios tuvieron menos gente trabajando en los clubes y recibieron menos gente. A principios de marzo del 2009 la mayoría de los empresarios coincidieron en que durante febrero cayó un 70% la cantidad de visitantes, respecto a febrero del 2008. Entonces la escasez fue producto de que se estaba llenando el dique Caracoles y lo que había disponible se destinaba para el riego y el consumo humano. El año pasado la situación no fue mejor, y los lugares alrededor del dique también sufrieron una notable merma sobre el final del verano (ver foto).
Hace unos días Hidráulica anticipó que este año el derrame del río será menor incluso que las dos temporadas mencionadas. Incluso dispusieron una metodología para otorgar suficiente agua para riego y se pondrán en marcha algunos pozos de agua estatales de Zonda. El dique Caracoles tampoco se llenará este verano.
|
|
|