La diputada oficialista Mercedes Aravena presentó un proyecto declarativo viendo con agrado que el Poder Ejecutivo Provincial, a través del Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable, y el Instituto Provincial del Agua, “arbitre los medios a fin de establecer “Zonas de vigilancia” que permitan monitorear la presencia del alga “Didymo” en aguas de las cuencas hídricas del Oeste de la Provincia del Chubut y efectuar controles en barreras sanitarias sobre embarcaciones y enseres de pesca recreativa y todo otro elemento de contacto con el agua, en particular que provienen de la República de Chile hacia nuestra Provincia”.
Asimismo, propugna que “Coordine con la Administración de Parques Nacionales la realización de controles en los accesos a los Parques Nacionales, en particular Los Alerces y Lago Puelo”.
Asimismo, la legisladora justicialista, oriunda de Lago Puelo, postula que “a través de la Subsecretaría de Turismo de la Provincia, inicie una activa e intensa campaña de difusión y educación pública, dirigida principalmente a los residentes de cuencas hídricas del Oeste Provincial, operadores turísticos y pescadores recreativos”.
Riesgos
En la fundamentación, la legisladora chubutense alude a “micro alga de agua dulce Didymo (Didymosphenia Germinata)”, puntualizando que “la especie, también conocida como “Moco de Roca” (se asemeja a un papel higiénico mojado) si bien es inofensiva para el hombre porque no produce toxinas ni ocasiona la mortandad masiva de organismos hidrobiológicos, resulta nociva por su carácter invasivo, ocasionando daño ecológico-ambiental y paisajístico por su capacidad para producir grandes floraciones algales que llegan a cubrir con un espesor a veces superior a los 20 cm., hasta el 100% de los sustratos de los ambientes acuáticos, provocando severas alteraciones fisicoquímicas y biológicas en los mismos”.
Tras precisar que “no sólo se distribuye geográficamente con velocidad inusual, sino que además crece muy rápido copando los lechos de los ríos, como una jalea, que afecta las tomas de agua, las captaciones de los sistemas de aprovechamiento hidroeléctricos, la piscicultura, la actividad turística, los ecosistemas, etc.”, explicitó que “la velocidad de radicación y expansión del alga es posible entenderla a partir de considerar que puede ser transportada a través de una gota de agua y que las esporas pueden residir hasta 50 días en la humedad, lo cual favorece su transporte mediante embarcaciones y elementos de pesca que hayan estado en contacto con aguas donde prolifera la especie”.
Aravena adujo que “las características de esta especie la convierten en un potencial peligro para los ecosistemas y las actividades generadas por el Turismo, razón la por la cual la República de Chile la declaró plaga, a partir de advertir que ampliara su área de distribución geográfica en dos ambientes de la Región de los Lagos, pertenecientes a la Cuenca Binacional del Río Futaleufú”.
“Podemos sintetizar su actividad nociva diciendo que “asfixia” al río al disminuir la proporción del oxígeno en las aguas”, afirmó la diputada Aravena, para considerar que “la continuidad de las cuencas hídricas del Sur de Chile con las de la República Argentina, amerita adoptar las precauciones necesarias mediante la aplicación de medidas de control individualizando zonas de vigilancia mediante barreras sanitarias que permitan efectuar controles y restricciones al traslado de aparejos y enseres de pesca deportiva y recreativa, embarcaciones, etc., dado que se desconocen métodos efectivos para su tratamiento y erradicación”. |
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