El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, pasó por Mendoza para firmar convenios por obras por más de $54 millones y aseguró que “la actividad minera merece un debate en cada provincia”. En esa línea, el funcionario ultrakirchnerista también mandó un mensaje para los empresarios de esa actividad, a los cuales instó a “no ser autistas” y a “detectar dónde están los puntos de conflicto y solucionarlos, pero no profundizarlos”.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que cada territorio tenga su propia discusión sobre el desarrollo de proyectos mineros, De Vido indicó que “hay que traer la discusión a Mendoza, porque es muy fácil que hablen en Buenos Aires, en donde todavía no hay ningún yacimiento minero. Es fácil hablar sobre el cuero de los demás”.
En esa línea, el funcionario que maneja las obras públicas de la Nación apuntó que “el Plan Estratégico Territorial y la ley que lo acompañe se va a discutir en todas las provincias, como ya se hizo con la Ley de Medios Audiovisuales”.
La visita a Mendoza de uno de los ministros más influyentes del universo kirchnerista también dejó más de una señal política para el peronismo.
Por un lado, cerca de 200 personas de distintos gremios recibieron la llegada del funcionario nacional con pancartas de apoyo. El diputado nacional y titular del Centro de Empleados de Comercio (CEC), Guillermo Pereyra, se anotó un punto ante el gobierno de Cristina Fernández por haber juntado más sindicalistas en la puerta del hotel Intercontinental, en Guaymallén.
Mientras, De Vido se mostró cercano al gabinete de Celso Jaque y definió al mandatario provincial como “un gobernador amigo que es un infatigable gestionador en Buenos Aires”.

Los anuncios
En clara sintonía con el discurso del kirchnerismo, tanto De Vido como Jaque hicieron cuestionamientos al tratamiento que hacen los medios de los anuncios oficiales.
De todas maneras, a la hora de hablar de obras para Mendoza, el funcionario kirchnerista mencionó nuevamente a las presas Los Blancos (Valle de Uco) y Portezuelo del Viento (Malargüe) como las prioridades.
“Las dos suman 1.500 millones de dólares y son muy importantes para el desarrollo definitivo de Mendoza, por el impacto económico que van a tener y por la diversificación de la matriz energética de Argentina y de los megawats que se van a aportar a la red nacional a partir del agua de Mendoza”, dijo De Vido.
El anuncio del funcionario vino para Portezuelo del Viento, la obra prometida por el kirchnerismo al entonces gobernador Julio Cobos a cambio del retiro de la demanda en la Corte de la Nación por los perjuicios por la promoción industrial.
“La semana que viene se abre la etapa previa a la licitación, que es la manifestación de interesados”, afirmó.
A la hora de hablar en el auditorio ante cerca de 200 personas –no eran los sindicalistas que permanecieron en la puerta del hotel–, Jaque aprovechó para deslizar críticas contra el gobierno de Cobos por las demoras en Portezuelo. “Ya terminamos estudios que debieron haber estado hace mucho y nos tocó terminarlos a nosotros”, sostuvo el gobernador.
En el caso de Los Blancos, la licitación ya está en marcha y hay cinco grupos que hicieron ofertas económicas y técnicas. Pero la obra recién será adjudicada a fin de año.
Tras el acto en Guaymallén, De Vido y el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, se trasladaron a El Plumerillo para inaugurar el edificio nuevo de la escuela Pompilio Schilardi.
Después, Jaque junto con los intendentes Alejandro Abraham (Guaymallén) y Rubén Miranda (Las Heras) almorzaron con el ministro en una reunión exclusivamente política.

Plata para municipios
La visita de Julio De Vido tuvo como objetivo la firma de convenios para realizar obras de pavimentación en Guaymallén, mejoramiento vial en el carril Rodríguez Peña y la construcción de un desagüe pluvial en San Martín.
Las obras están incluidas en el Programa de Servicios Básicos Municipales de la Nación y tendrán un costo total de $54.878.604.
Pero la financiación de las obras no depende exclusivamente del Estado nacional, sino que los fondos son del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), pero se ejecutan a través del Ministerio de Planificación Federal que conduce De Vido.