Vecinos nucleados en la comisión pro Junta Local de la Costa del Inmigrante, que agrupa a varios balnearios importante de la zona Este del departamento de Colonia, elevaron una carta al ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, solicitándole soluciones para el problema que ocasiona una polémica escollera de 350 metros de longitud sobre la desembocadura del arroyo Cufré.
Dicen los vecinos que esa escollera -que fue construida en 1993 con 42.000 toneladas de piedra, a un costo aproximado de 3.500.000 dólares- está "devorando las arenas de las costas colonienses" y recuerdan que hace cuatro años, en abril de 2006, la edila Nibia Reisch denunció en la Junta Departamental de Colonia que en esa zona turística "no puede atracar ninguna embarcación", a la vez que solicitaba "rápidamente" una respuesta de la Dirección de Hidrografía del MTOP.
El 15 de noviembre de 2007 el entonces ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, refiriéndose al caso de la controvertida escollera, decía que "la mano del hombre, tratando de modificar la naturaleza trajo graves perjuicios ambientales y económicos" y anunciaba que "los técnicos del Ministerio evalúan varias alternativa" para corregir aquel error. Sin embargo, los pobladores de la Costa del Inmigrante continúan a la espera de la aplicación de esas alternativas.
El objetivo de la construcción de la escollera cuestionada era la habilitación de un puerto deportivo al que preveían la posible llegada de millares de yates argentinos.
Cuando se comprobó que era imposible finalizar los trabajos, "la obra quedó trunca, con graves consecuencias ambientales", indican los vecinos de la "Costa del Inmigrante", quienes vieron "desaparecer la arena y por ende la faja de playa y las dos primeras líneas de añosos árboles, el socavado de las barrancas ante la desaparición de los médanos y la faja de playa (Santa Regina), y la aparición de tosca cubierta por una cada vez más fina capa de arena" en la zona de los balnearios Fomento, Britopolis y Blancarena.
Valoran "la acción sensibilizadora del problema" que ha venido desarrollando la ONG ambientalista Demaval, de Colonia Valdense, que ha "documentado la progresiva degradación de nuestras playas".
"¿Se esperará ,acaso, a la desaparición de esta costa con un creciente potencial turístico y una realidad actual de casi 30.000 veraneantes por temporada?
¿O conjuntamente exigiremos a las autoridades la necesaria corrección de esta agresión al medio ambiente que significa la escollera?", pregunta la comisión vecinal del sitio afectado, que pide al MTOP "se gestione a la brevedad la demolición de la escollera en su totalidad o en parte y que se disponga el reintegro paulatino de la arena a nuestras costas, respetando con ello el dictado de la naturaleza".
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